El tan esperado ensanche de la autopista N-332 en Torrevieja sigue enfrentando importantes obstáculos debido a las limitaciones de disponibilidad de terrenos. A pesar de las garantías del Ministerio de Transporte en mayo de que el proyecto sería aprobado y licitado para fines de 2023, el progreso ha sido lento.
El principal obstáculo radica en la falta de terrenos adecuados para dar cabida a la expansión de la carretera. Según la legislación vial, los terrenos necesarios para el ensanche deben cumplir con criterios específicos, lo cual ha demostrado ser un desafío en Torrevieja. Estos criterios incluyen factores como la proximidad a la infraestructura existente, el impacto ambiental y la propiedad de la tierra.
Las encuestas realizadas como parte del proceso de evaluación ambiental han identificado posibles problemas con el plan de ensanche propuesto. Si bien se espera que el proyecto pase la evaluación para cuatro de los ocho kilómetros con mayor densidad de tráfico, aún persisten desafíos para las secciones restantes. Estos desafíos incluyen preocupaciones sobre el impacto en los ecosistemas protegidos, el desplazamiento de negocios locales y el potencial aumento de la contaminación acústica.
Un factor clave que contribuye a la escasez de terrenos es el extenso desarrollo de propiedades turísticas-residenciales en la zona en las últimas cuatro décadas. Según el ex alcalde José Manuel Dolón, cientos de miles de metros cuadrados de terreno adecuado se han perdido debido al desarrollo, dificultando el proyecto de ensanche de la carretera.
Dolón alega que los gobiernos locales sucesivos no hicieron cumplir la línea límite de construcción de 100 metros establecida por la ley nacional para las variantes de carreteras de circunvalación, y que un factor clave que contribuye a la escasez de terrenos es el extenso desarrollo de propiedades turísticas-residenciales en la zona en las últimas cuatro décadas. Según el ex alcalde, cientos de miles de metros cuadrados de terreno adecuado se han perdido debido al desarrollo, dificultando el proyecto de ensanche de la carretera.
Las consecuencias de esta negligencia pasada son evidentes ahora. El desvío de la N-332 está fuertemente limitado por edificaciones, negocios y actividades circundantes, lo que limita las opciones para ensanchar la carretera, especialmente en los puntos de acceso y áreas públicas. Esta falta de espacio tiene importantes implicaciones para la viabilidad y el costo del proyecto.
Los esfuerzos para abordar la escasez de terrenos se han complicado por la limitada flexibilidad en las regulaciones de construcción. Aunque la Ley de Carreteras se modificó en 2015 para reducir la línea límite de construcción a 50 metros, Torrevieja ha mantenido el límite de 25 metros. Esta restricción limita aún más las opciones para adquirir terrenos para el proyecto de ensanche.
Como resultado, el futuro del proyecto de ensanche de la N-332 sigue siendo incierto. Los desafíos planteados por la disponibilidad de terrenos y las limitaciones regulatorias probablemente requerirán soluciones innovadoras o negociaciones adicionales para garantizar la implementación exitosa del proyecto. Una solución potencial podría ser explorar rutas alternativas o considerar un plan de ensanche más modesto que minimice la necesidad de terrenos adicionales.
Además de los desafíos de adquisición de terrenos, el proyecto también enfrenta posibles oposiciones de residentes locales y negocios que podrían verse afectados por el proceso de construcción o el aumento del tráfico generado por la carretera ensanchada. Abordar estas preocupaciones será crucial para asegurar el apoyo necesario para que el proyecto avance.
En general, el proyecto de ensanche de la N-332 en Torrevieja destaca la compleja interacción entre el desarrollo urbano, la planificación de infraestructuras y las consideraciones ambientales. Los desafíos enfrentados por este proyecto subrayan la importancia de una planificación cuidadosa del uso del suelo y la necesidad de una visión a largo plazo para abordar las necesidades de infraestructura.