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Àlex Casares, presidente de la Asociación para el Desarrollo Náutico de Empresas y Autónomos (ADNEA), ha advertido que existe un riesgo de que Mallorca deje de ser un punto de referencia para la industria náutica. “Los yates están abandonando Mallorca debido a los altos precios de los puertos deportivos”, advierte. Y, al parecer, hay un riesgo de que la isla deje de ser un punto de referencia para la industria náutica. “Esto afecta especialmente a los barcos de entre 15 y 30 metros de eslora, ya que los más grandes no tienen problemas económicos”, dice.
Casares señala que en algunos casos los aumentos de precios son de hasta el 30 %. “Los clientes se quejan de los incrementos de costos, pero las empresas no tienen más remedio que trasladarlos para seguir siendo viables”, afirma. El presidente de ADNEA explica que hace unos años Mallorca era prácticamente la única región en España especializada en la industria náutica. Sin embargo, otras comunidades autónomas, especialmente Cataluña y la Comunidad Valenciana, han visto que se trata de un mercado muy interesante porque requiere mano de obra cualificada y el empleo es de mayor calidad.
“Hace unos años teníamos una lista de espera para puertos o marinas, pero se está acortando. Corremos el riesgo de que haya cada vez menos, hasta que perdamos la posición destacada que hemos disfrutado a lo largo de los años”.
Ante este aumento de costos, Casares señala que la industria se está trasladando al continente para establecer empresas y ofrecer a sus clientes precios más competitivos. Sin embargo, destaca que están teniendo muchos problemas para trasladar trabajadores de la isla al continente.
Otro problema que afecta a este sector son las dificultades para encontrar mano de obra cualificada. “Muchas empresas náuticas en las Baleares tienen que rechazar proyectos debido a la falta de trabajadores”, dice Casares. “Al igual que en otros sectores especializados, el sector náutico se enfrenta a dificultades para encontrar mano de obra cualificada. Además, la fuerte demanda, especialmente en puestos clave, agrava aún más la situación”, afirma. Esto tiene consecuencias muy negativas, ya que “debido a la escasez de trabajadores y a los altos costos de las instalaciones portuarias, muchas empresas se ven obligadas a rechazar trabajos”.
Según el último estudio realizado en 2024, en las Baleares hay 880 empresas náuticas que emplean a un total de 5.150 personas, con una facturación de más de 1.100 millones de euros en 2023. Sin embargo, Casares insiste en que “el personal escasea, y la falta de mano de obra está provocando que muchos trabajos técnicos, esenciales para el mantenimiento y reparación de barcos, no puedan llevarse a cabo. Es importante señalar que muchos de estos trabajos requieren trabajadores altamente cualificados”.
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