Un joven boxeador británico que apuñaló a un adolescente español hasta la muerte y huyó de España hace cuatro años ha sido declarado culpable de asesinato.
Lewis Briggs, ahora con 24 años, fue condenado por el cargo más grave al final de un juicio de seis días en Málaga que lo verá cumplir al menos 15 años de cárcel, y hasta 25.
El jurado emitió un veredicto de 8-1 de que Briggs saltó de su Mercedes blanco y lanzó un ataque premeditado contra Ulrich Pérez, de 19 años, que terminó con él apuñalando a su víctima en noviembre de 2020.
La horrible embestida siguió a un incidente en un paso de cebra cerca de Diana Park en Estepona cuando Pérez le gritó a Briggs que redujera la velocidad.
El presidente del jurado dijo que Pérez ‘no tuvo oportunidad de defenderse’.
Agregó: “La víctima no estaba preparada para el ataque y la prueba fue que aún tenía una bolsa de compras en la mano.
“No soltó la bolsa hasta que el otro hombre lo pateó antes de apuñalarlo en su costado izquierdo.
“El ataque desde que el acusado salió de su coche hasta que volvió a subirse a su vehículo y se marchó duró solo unos 10 segundos.”
El joven boxeador, que entrenaba en un gimnasio vinculado al cartel de Kinahan y que ya tenía condenas por tráfico de drogas, había argumentado que sus acciones fueron involuntarias.
El primer día del juicio se dirigió a la familia de Pérez, que estaba ausente para el veredicto, y confesó el asesinato, agregando ‘nunca fue mi intención matar a nadie’ y ‘fue un accidente’.
A pesar de ello, admitió haber detenido su coche después de la disputa en la calle, haber tomado un cuchillo del compartimento de guantes y haberlo utilizado en Pérez después de que ya lo hubiera golpeado hasta el suelo.
Intentó argumentar que su comportamiento había sido afectado por una juerga de 24 horas de alcohol y cocaína que había tenido antes del asesinato.
Inmediatamente después del terrible crimen, que tuvo lugar a plena luz del día frente a espectadores horrorizados, Briggs falsificó las placas de matrícula de su coche y huyó al Reino Unido a través de Portugal.
Fue rastreado y arrestado en Leeds un mes después y rápidamente fue extraditado de regreso a España.
A pesar de estar en libertad condicional antes del juicio, Briggs había dejado el país y había viajado a Dubai en abril o mayo, según fuentes legales.
Fue interceptado en un aeropuerto en Italia, donde afirmó que había estado ‘visitando a un amigo enfermo’, antes de regresar a España y que le confiscaran su pasaporte.
Ahora ha sido puesto en prisión preventiva a la espera de sentencia.