Más de cincuenta personas asistieron a la ceremonia, donde se leyeron dos declaraciones destacando que el fin de la guerra “no trajo paz, sino victoria”.
El bisnieto del historiador Rafael Altamira, Ignacio Ramos Altamira, participó en el evento en el puerto, enfatizando la necesidad de seguir trabajando hacia la recuperación de la memoria democrática.
Ochenta y seis años atrás, el 28 de marzo de 1939, el barco Stanbrook zarpó del puerto de Alicante llevando a los últimos 2,600 exiliados de la Guerra Civil Española hacia Orán.
Cada año, en el aniversario, la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica celebraba un evento de homenaje en el puerto, junto al busto del Capitán Archibald Dickson, para conmemorar cómo la ciudad se convirtió en la última ruta de escape para muchos republicanos.
Más de cincuenta personas asistieron a la ceremonia, donde se leyeron dos declaraciones destacando que el fin de la guerra “no trajo paz, sino victoria”.
Se recordaron los momentos de tensión vividos ese día en el muelle de Alicante, mientras el barco se llenaba gradualmente y la incertidumbre se apoderaba de aquellos que esperaban escapar.
También hubo palabras para aquellos que no pudieron huir y quedaron atrapados bajo la represión franquista al no llegar más barcos.
El busto en la Marina de Alicante del Capitán Archibald Dickson.
“NO FUE UNA FUGA FÁCIL”
Entre los oradores estuvo Ignacio Ramos Altamira, bisnieto del jurista, historiador y educador Rafael Altamira, quien recordó el difícil viaje de su antepasado.
“No fue, como algunos han afirmado, una fuga fácil. Desde el estallido de la guerra, su vida corría peligro y enfrentó grandes dificultades para huir de España”, dijo.
También enfatizó que, a pesar de que el régimen de Franco le ofreció un regreso seguro, Altamira se negó. “Falleció en México, pero más de 70 años después, ha regresado con todos los honores. Ahora, nuestro deber es seguir trabajando hacia la recuperación de la memoria democrática”.
El Delegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Nieves, también habló, reconociendo el trabajo de la Comisión Cívica.
“Nos ayudan a mantener viva la memoria. Este es un lugar lleno de historia, donde muchas personas vivieron sus últimos momentos de esperanza. La memoria histórica no se trata solo del pasado; es un compromiso con la verdad y la justicia en el presente”, afirmó.
El homenaje concluyó con la ofrenda floral tradicional: los asistentes arrojaron al mar flores rojas, amarillas y moradas, los colores de la bandera republicana.
PRESENCIA POLÍTICA
Entre las figuras públicas presentes, además de Nieves, estaban la diputada nacional y presidenta del PSPV-PSOE en la provincia de Alicante, Araceli Poblador; la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante, Ana Barceló, junto con otros concejales de su partido; el secretario regional de Més-Compromís Alacantí, Natxo Bellido; la concejala de Compromís Sara Llobell; y el portavoz de EU-Podemos en el Ayuntamiento, Manolo Copé.