“
Pedro Fiol es el presidente de Aviba, la Asociación de Agentes de Viajes de Baleares, y dejó muy claro al Bulletin esta semana que las Baleares, en particular Mallorca, deben diseñar una hoja de ruta clara y definitiva con respecto al futuro de la industria turística de la isla. “Después de Covid, la industria ha cambiado, todo el mundo está desesperado por ir de vacaciones y esto obviamente está teniendo un impacto en la industria y las tendencias de reserva. Pero eso finalmente se calmará en los próximos años, por lo que necesitamos pensar más allá de eso y ciertamente no entrar en pánico o protestar. “Esta temporada no ha sido mala, ha sido buena, pero ha sido muy diferente y desafiante por varias razones.
Superpoblación
“Para empezar, los turistas vienen a Mallorca por menos días, pero la ocupación es la misma, lo que se traduce en más superpoblación. Debido a que todos los visitantes quieren ver las áreas más emblemáticas de la isla, es por eso que sufren más saturación. Una familia que viene a Mallorca por una semana va una vez a áreas emblemáticas como Es Caló des Moro o la Catedral. Sin embargo, si van dos veces, estos lugares recibirán dos visitas y esto, multiplicado por miles de turistas, tiene un impacto muy importante”. Por lo tanto, reconoce que en la sociedad mallorquina hay cierta incomodidad por la superpoblación y prueba de ello son las manifestaciones contra la superpoblación turística.
“Sin embargo, me gustaría hacer dos preguntas clave a los manifestantes. Uno, ¿en qué sector trabajan; están directa o indirectamente conectados con el turismo? Y en segundo lugar, ¿han estado alguna vez de vacaciones y, de ser así, han prestado mucha atención a si su hotel o destino es sostenible, respetuoso con el medio ambiente, promueve el reciclaje, por ejemplo, y ¿salen en temporada baja cuando el destino está más tranquilo para no agregar a la huella humana de la que muchos otros destinos en el mundo están sufriendo? No es solo Mallorca”, dejó claro. “Así que sí, la ocupación hotelera es buena, pero la rotación de huéspedes está causando complicaciones. Las vacaciones tradicionales de una o dos semanas son algo del pasado, por lo que los hoteles tienen que llenar los vacíos con estancias cortas y esto conlleva más vuelos y más autobuses o coches de alquiler en las carreteras.
“Pero muchos de los problemas de la isla tienen soluciones simples y rápidas. Si no hay suficientes autobuses públicos para proporcionar un servicio de transporte público adecuado para turistas y residentes, entonces compren más autobuses, aumenten los servicios. Si no hay suficientes trenes, hagan lo mismo. No necesitamos pagar por encuestas e informes costosos cuando las soluciones son obvias. Tengo un pie en ambos campos. Trabajo con turistas entrantes y salientes, nacionales y extranjeros, por lo que veo el panorama completo y escucho los argumentos de ambos lados.
Me preocupo profundamente por Mallorca
“Además, como mallorquín, contrario a lo que algunos de los manifestantes piensan sobre nosotros en la industria turística, me preocupo profundamente por proteger y preservar Mallorca. Vivo aquí y quiero disfrutar de esta hermosa isla, pero todos tenemos que ganarnos la vida y esa vida, para la gran mayoría de las personas, proviene del turismo. Y temo que el sector complementario haya sufrido este año.”
Fiol insiste en la necesidad de que el turismo sea respetuoso, al tiempo que destaca la necesidad de que visitantes y turistas puedan convivir en armonía. “No podemos olvidar que nuestro principal motor económico es el turismo. Además, en algún momento de nuestras vidas a todos nos gusta ser turistas”, concluyó. También señaló que no es del interés de Mallorca como destino turístico ser identificado con la superpoblación, ya que perdería parte de su atractivo. En este punto, Fiol destaca el papel de los touroperadores, ya que alarga la estancia media en la isla, aunque insiste en que se está alejando cada vez más del promedio de siete noches de hace unos años.
El presidente de Aviba señaló que el 34% de los turistas que vienen a Mallorca lo hacen a través de touroperadores, y agrega que si no fuera por esto, “tendría promedios similares a los de un destino urbano”. También hizo hincapié en que “la ciudad de Palma está arrastrando estas cifras hacia abajo”.
Esto se debe a que las personas que viajan por su cuenta tienden a hacerlo por menos días, mientras que cuando compran un paquete las estancias tienden a ser más largas, “reduciendo así la sensación de superpoblación turística”. Además, la inflación ha aumentado en toda Europa. Los pilares de la industria turística, el Reino Unido y Alemania, han sido sacudidos por problemas financieros y políticos y eso tiene un efecto dominó en el turismo y el gasto.
El precio siempre es clave
“Entonces, como dije, hay un hambre post-Covid por ir de vacaciones, pero no todos tienen el dinero para gastar en el resort, por lo que restaurantes, bares y tiendas están luchando y creo que será lo mismo el próximo año hasta que todos se calmen. Dicho esto, nunca sabemos qué va a pasar geopolíticamente, por lo que siempre tenemos que estar en guardia”, subrayó Fiol. “Y cuando la gente está cuidando su dinero y el precio siempre es clave para la mayoría de las personas al reservar y presupuestar unas vacaciones, quieren obtener valor por su dinero. Lo que no podemos permitir es que los hoteles y aerolíneas suban sus precios entre un 15 y un 20 por ciento y luego ofrezcan los mismos servicios y calidad que el año anterior. Debemos ofrecer valor por su dinero y esa es otra área que está resultando problemática porque nos enfrentamos a una brecha de habilidades.
“Debido al alto costo de vida en Mallorca y en las Baleares, ya no estamos obteniendo personal cualificado del continente y si los jóvenes mallorquines no quieren trabajar en el sector servicios, muchos empleadores no pueden ser exigentes. Incluso yo tengo que buscar personal en América Latina. Por lo tanto, tenemos que empezar a pensar en cómo, como industria, podemos atraer a más residentes locales al sector, capacitarlos bien y asegurarnos de que se queden en la isla y no huyan al extranjero, donde los salarios y las condiciones laborales, la mayoría de las veces, son más atractivos,” dijo. “Las demografías están cambiando. Sí, se ha creado el nuevo Foro de la Sociedad Civil en Mallorca para trabajar en abordar los problemas que enfrenta la industria turística de Mallorca, pero para ser honesto, todo es hablar.
No podemos venderlo todo
“El problema es que Mallorca ha perdido un poco el control del mercado, de lo que ofrece. Hay tanto ‘en venta’, por así decirlo, desde el turismo deportivo, náutico, de actividad, bienestar, la Tramuntana, cultura, gastronomía, temporada baja, residencial, urbano, escapadas de fin de semana, la lista continúa. No podemos simplemente venderlo todo, eso solo llevará a más masificación y confusión en el mercado. Necesitamos sentarnos y redefinir qué es el turismo en Mallorca. Llegar a una decisión clara sobre lo que queremos y luego venderlo adecuadamente. Necesitamos adaptarnos al mercado cambiante y, al mismo tiempo, mantener un ojo muy cercano en los destinos competidores y emergentes. Necesitamos tener una hoja de ruta clara para el futuro
Transmitir el mensaje correcto
“Pero a corto plazo tenemos que asegurarnos de transmitir el mensaje correcto porque la percepción es crucial. Lo que no podemos permitir es tener dobles estándares, doble moral. Sí, hay falta de vivienda asequible y salarios que no están en línea con la inflación. Estos deberían ser los lemas de las protestas que son contra la política gubernamental, no contra el turismo.
Percepción
“Pero la percepción en el extranjero y en los medios internacionales es que los turistas son la causa raíz y por lo tanto no son bienvenidos. Esto ciertamente no es el caso y alguien importante en el gobierno, por ejemplo, el presidente de las Baleares, debería ir al Reino Unido y Alemania y dirigirse a los medios y dejar esto claro.
“El Reino Unido y Alemania son los pilares, los fundamentos de nuestra industria turística y tenemos que asegurarnos de que sigan siendo fuertes porque no podemos permitir que la industria turística flaqueé. Así que necesitamos un debate honesto y, cuando sea posible, soluciones rápidas y simples.
Dobles estándares
“Y hablando de dobles estándares y moralidad, tenemos una sección de la comunidad que no quiere cruceros. El problema es, y lo sé porque es parte de mi negocio y el de mis miembros, que las vacaciones más populares para los mallorquines son los cruceros que salen de Palma, así que pongamos nuestras cartas sobre la mesa,” agregó. “No podemos permitirnos engañar a los turistas, tenemos que ser claros y honestos, necesitamos saber en qué dirección queremos que vaya nuestra industria para beneficio de todos,” enfatizó.
“