Los conservadores de Alemania bajo Friedrich Merz han llegado a un acuerdo con los Socialdemócratas para gobernar la economía más grande de Europa, cinco meses después de que el gobierno anterior colapsara. Merz, de 69 años, dijo que su acuerdo envió “una señal fuerte y clara” a los alemanes y a la UE de que tendrían “un gobierno fuerte y capaz de actuar”. Alemania ya estaba en recesión antes de ser sacudida por turbulencias económicas, causadas por los aranceles comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “El mensaje clave para Donald Trump es que Alemania está de vuelta en el buen camino”, dijo el canciller electo, prometiendo cumplir con los compromisos de defensa y revivir la competitividad económica. Merz y sus socios de coalición han estado bajo una intensa presión para poner fin al limbo político de Alemania desde que su partido, los Demócratas Cristianos, ganó las elecciones federales en febrero. También acaba de ver cómo su partido fue superado en una encuesta de opinión por el partido de extrema derecha y antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD). Anunciando el acuerdo de gobierno, Merz prometió reformar y estabilizar Alemania, con un enfoque en la migración, la economía y la defensa. “Europa puede confiar en Alemania”, dijo, prometiendo “un plan sólido para llevar a nuestro país de nuevo a la vanguardia”. Tendrá que esperar hasta la semana que comienza el 5 de mayo para que el nuevo parlamento lo elija como canciller, pero no debería tener problemas con una mayoría de 13 escaños. Los partidos de la coalición ya habían señalado su urgencia el mes pasado, cuando aprobaron una reforma significativa de las estrictas reglas de deuda de Alemania. Tales cambios significan que el nuevo gobierno podrá invertir significativamente en el ejército y en la infraestructura en ruinas del país. Incluidas en el acuerdo del miércoles había una serie de medidas para “controlar y poner fin en gran medida a la migración irregular” e imponer controles fronterizos destinados a abordar una de las principales preocupaciones de los votantes en las elecciones de febrero. El AfD se quejó de que los planes no iban lo suficientemente lejos, acusando a Merz de capitular ante los Socialdemócratas. En un informe reciente al parlamento, el comisionado de las fuerzas armadas de Alemania destacó la grave escasez en el ejército en todos los aspectos, desde la munición y el número de soldados hasta los cuarteles en ruinas. Otra parte significativa del acuerdo de coalición es aumentar el gasto en defensa y fortalecer las fuerzas armadas. Aunque no habrá conscripción, Merz dijo que la coalición apuntaba a seguir un “modelo sueco” de servicio militar voluntario. “Esperamos que con suficientes voluntarios, también podamos lograr una ampliación de las Bundeswehr [fuerzas armadas alemanas]”, dijo. Merz también prometió “apoyo integral” a Ucrania. Aunque su gobierno contará con nombres casi totalmente nuevos, Merz mismo nunca ha sido ministro de gabinete, habrá continuidad en el ministerio de defensa. Se espera que Boris Pistorius, el ministro de defensa socialdemócrata en el gobierno saliente, permanezca en su cargo. Esta será la quinta llamada gran coalición (GroKo) -que involucra a los grandes partidos de centro derecha y centro izquierda desde la Segunda Guerra Mundial- pero los partidos se apresuraron a decir que no sería como ningún gobierno anterior. Sin embargo, con Alemania en recesión económica, un político destacado de la izquierda populista, Sahra Wagenknecht, dijo que no ofrecían ninguna respuesta a la crisis económica de Alemania o a la guerra comercial. Dijo que Alemania estaba amenazada con un tercer y cuarto año en recesión, que ella llamó “Merzession”. Merz dijo estar seguro de que el acuerdo de coalición sería aprobado por sus respectivos partidos y podrían ponerse a trabajar a principios de mayo. Mientras tanto, una encuesta de Ipsos el miércoles colocó a los conservadores de Merz en segundo lugar con un 24% de apoyo, un punto detrás de la Alternativa para Alemania (AfD), cuya co-líder Alice Weidel celebró la encuesta como sin precedentes y prometió que “el cambio político llegará”.
