Una GUERRA de palabras ha estallado por una presunta agresión del alcalde de Dolores, Joaquín Hernández, a un residente de 71 años, mientras que los opositores políticos exigieron que renunciara.
Ambas partes se acusaron mutuamente de iniciar la pelea física en el pueblo de la Vega Baja el 9 de agosto.
El alcalde del PSOE, Hernández, dijo en una rueda de prensa la semana pasada que “categóricamente” no agredió a José María Argilés.
Los dos hombres se conocen desde hace años a través de una amistad familiar.
“Intercambiamos insultos, pero nunca le golpeé, ni le golpearé”, dijo Hernández, de 53 años.
Ambos hombres han presentado denuncias ante la Guardia Civil y parece muy probable que un juez deba resolver la verdad del asunto.
Un informe policial indica que Argilés sufrió “varias laceraciones con sangre en los brazos”, pero agregó que sangra fácilmente debido a una afección de la piel.
José María Argilés dijo que el alcalde “me agarró por las axilas y me tiró al suelo”.
“Él estaba muy agresivo y la gente tuvo que separarnos”, añadió.
El alcalde Hernández dijo que había “sufrido amenazas e insultos de Argilés durante 10 años y que este incidente se va a utilizar para dañarme políticamente”.
Jose Manuel Guerro, del PP de la oposición, describió el comportamiento del alcalde como “inapropiado”, exigió su renuncia a todos los cargos públicos y que fuera disciplinado.