Alcalde de Estepona asiste a la corte por acusaciones de abuso sexual en la Costa del Sol de España: ‘sospechoso’ de 61 años se niega a responder preguntas.

El alcalde de Estepona se negó a responder a cualquier pregunta cuando asistió al tribunal hoy para testificar como sospechoso por acusaciones de abuso sexual.

Jose Maria Garcia Urbano, de 61 años, solo respondió a las preguntas de su propio abogado y evitó las preguntas tanto del fiscal como del abogado del demandante.

Había solicitado testificar ‘voluntariamente y lo antes posible’ después de que un oficial de policía local presentara una denuncia el mes pasado por presunto acoso sexual contra él y su esposa.

Pero esta mañana Urbano optó por ejercer su derecho, como sospechoso, de negarse a responder preguntas que pudieran incriminarlo.

Con el demandante ya habiendo dado su declaración, el juzgado de Estepona citará a un testigo como próximo paso.

El abogado del demandante, Antonio Granados Caballero, ha dicho a The Olive Press que ha presentado al juzgado pruebas en video ‘muy sólidas’ para respaldar las acusaciones.

“Ahora el caso está en manos de la ley para avanzar”, dijo. “Debemos confiar en que el sistema haga su trabajo”.

El alcalde abandonó el juzgado sin responder preguntas de la prensa.

Pero reiteró en una declaración que la denuncia es ‘infundada’ y que su defensa solicitará al juez que deseche el caso.

Según la denuncia, los eventos comenzaron en el Club de Golf Parador de Málaga en 2022, donde la víctima captó la atención de Urbano.

A lo largo de 15 meses, se acusa al alcalde de presionar al policía y a su esposa para tener relaciones sexuales, empleando amenazas e incentivos.

Describe la ‘intención libidinosa’ que el alcalde tenía hacia el joven policía.

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“Este, incapaz de creer lo que estaba escuchando, y con un profundo miedo (en caso de que tal rechazo pudiera afectar su trabajo (tiene dos hijos pequeños)), no tuvo otra opción que ceder a las demandas sexuales del Sr. García Urbano”.

“En todos los episodios, el demandante tuvo que ceder a las demandas sexuales del acusado por temor a perder su trabajo y, como consecuencia, no poder mantener a su familia”, dice la denuncia.

Pero las amenazas y presiones no fueron la única herramienta de García Urbano, según el documento.

Ofreció a la víctima y a su esposa, que viven en Córdoba, una ayuda de 2.000 euros al mes y la promesa de un apartamento en Estepona para ‘seguir satisfaciendo sus deseos sexuales’.

Después de que se estableciera este acuerdo, García Urbano supuestamente contactó al demandante ‘insistentemente y diariamente’, para continuar el encuentro sexual con él y su esposa.

El alcalde llegó al punto de decir que ‘si no seguía el juego, su carrera profesional había terminado para siempre’ y que ‘le haría la vida imposible, ya que tiene contactos que le impiden trabajar en cualquier lugar’, según la denuncia.

“Sintiéndose humillado, [Garcia Urbano] le ordenó que se desnudara para tener relaciones sexuales con él. [La víctima] se negó a hacerlo, pero el Sr. García Urbano le repitió que, si no lo hacía, perdería su trabajo”, continúa.

También se alega que García Urbano le dio a la víctima ‘unas pastillas azules’ para poder cumplir con sus órdenes.

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