Al menos 55 palestinos han sido matados en ataques aéreos israelíes durante la noche en Gaza, según ha informado la agencia de defensa civil dirigida por Hamas.
Esto ocurre después de que Israel reanudara su campaña de bombardeos y operaciones terrestres en el territorio esta semana, con ataques aéreos que han matado a más de 430 personas en dos días, según el ministerio de salud dirigido por Hamas.
Hamas dice que la operación terrestre anunciada por Israel el miércoles es una “nueva y peligrosa” violación del acuerdo de alto al fuego, que comenzó en enero. Israel reanudó los ataques el martes ya que las conversaciones para extender el acuerdo no avanzaron.
Israel ha advertido que los ataques se intensificarán en Gaza hasta que Hamas libere a los rehenes restantes.
Israel dice que Hamas todavía tiene 59 rehenes, de los cuales se cree que 24 están vivos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron el jueves que habían comenzado “actividades terrestres selectivas” para crear lo que llamaron un “buffer parcial entre el norte y el sur” en Gaza. Llamaron a la acción una “operación terrestre limitada”.
El portavoz de las FDI, el coronel Avichay Adraee, dijo que las fuerzas fueron desplegadas hasta el centro de una franja conocida como el corredor de Netzarim que divide el norte y el sur de Gaza.
El martes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que habían “reanudado el combate a pleno rendimiento” y que cualquier negociación de alto al fuego ahora se llevaría a cabo “bajo fuego”.
Israel y Hamas no han logrado acordar cómo llevar el alto al fuego más allá de la primera fase, que expiró el 1 de marzo.
Hamas no aceptó renegociar el alto el fuego en los términos de Israel, aunque ofreció liberar a un rehén estadounidense vivo y los cuerpos de cuatro rehenes mientras los mediadores intentaban mantener el alto al fuego.
Israel bloqueó todos los suministros de alimentos, combustible y medicinas que ingresaban a Gaza a principios de marzo para presionar a Hamas. Acusó a Hamas de apropiarse de las provisiones como parte de su estrategia contra Israel, aunque sin proporcionar evidencia.
La guerra fue desencadenada por el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023 en el que murieron alrededor de 1,200 personas, principalmente civiles, y 251 fueron tomados como rehenes. Veinticinco rehenes israelíes y cinco tailandeses fueron liberados con vida durante la primera fase del alto al fuego.
Israel respondió al ataque de octubre con una ofensiva militar masiva, que había matado a más de 48,500 palestinos, principalmente civiles, antes de que Israel reanudara su campaña, según el ministerio de salud dirigido por Hamas. La ofensiva de Israel también ha causado enormes cantidades de destrucción a hogares e infraestructura.