‘Cocinaba mis comidas’
El viaje de Zamboanga hacia el cinturón ha sido todo menos fácil. Durante más de cinco años, el título de peso átomo parecía estar fuera de su alcance. Ahora, está a una victoria de estar en la cima de la división.
Su camino, dijo, habría sido mucho más difícil sin el apoyo inquebrantable de su esposo, Fritz Biagtan, y su hermano Drex.
“Saludo a Fritz. No tengo más que elogios para él”, dijo Zamboanga. “Me guió a través de mis peleas y campos de entrenamiento. Cocinaba mis comidas, hacía mi lavandería y era mi entrenador y compañero de sparring, todo mientras estaba a mi lado las 24 horas del día, los 7 días de la semana, incluso cuando lloraba durante el entrenamiento.”
Zamboanga admitió que Fritz la ayudó a superar la duda de sí misma cuando la presión se volvía abrumadora.
“Le preguntaba, ‘¿Esto es realmente para mí?’ Estaba emocional, pensando demasiado y sintiendo la presión”, dijo. “Él y mi hermano seguían diciéndome que me mantuviera fuerte. Decían, ‘Solo un poco más, Denice, y serás campeona’”.
Mirando hacia atrás, Zamboanga siente una sensación de claridad. Mientras abraza su nuevo título, se permite una simple recompensa: unas vacaciones en casa en Filipinas.
“Quiero ir a la playa, montar en motocicleta con mi familia, especialmente con mi hermano”, dijo, sonriendo. “Estas son cosas que no puedo hacer cuando tengo peleas programadas. Ahora, finalmente puedo hacerlo”.