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La Fiscalía está exigiendo dos años de prisión, tres años de inhabilitación y una multa de 11,250 euros para un oficial de la Policía Nacional acusado de alertar a un clan de drogas de Son Banya sobre una redada en 2022.
El 15 de julio de ese año se llevó a cabo una gran operación policial que resultó en el arresto de 28 personas y la incautación de más de medio kilo de cocaína. Sin embargo, se alega que la cantidad de drogas hubiera sido mucho mayor si no se hubiera desechado la cocaína. Se afirma que el 88% del alijo de droga en Son Banya fue desechado antes de la redada.
Se sostiene que el oficial, un inspector adjunto, inventó una operación para acceder a la base de datos policial y averiguar si había alguna investigación abierta sobre un traficante de drogas en particular. Se dice que los dos mantenían una relación “cercana”.
Posteriormente se enteró de que él mismo estaba siendo investigado tanto por la Policía Nacional como por la Guardia Civil. El 4 de julio de 2022 fue arrestado.
Un juez ordenó su prisión pero le dio 72 horas para recaudar una fianza de 3,000 euros, lo cual hizo. Defendió su inocencia en el tribunal, diciéndole al juez que él no fue quien dio la advertencia. Su juicio está previsto que tenga lugar próximamente.
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