Actividad naval rusa aumenta un 50% en el Estrecho de Gibraltar mientras ‘cientos’ de buques – incluyendo buques de guerra y submarinos – pasan por aguas españolas.

La Armada Española ha estado en alerta después de que el número de buques de guerra y buques mercantes rusos que pasan por el Estrecho de Gibraltar ha aumentado un 50% este año.

El Ministerio de Defensa de España se negó a confirmar los números por ‘razones de seguridad’, pero fuentes militares de alto rango le dijeron a El País que era en ‘muchos cientos’.

Se cree que están transportando armas y equipos militares desde puertos en el Báltico, como Kaliningrado y San Petersburgo, a través del estrecho de 17 km de ancho hasta la base naval de Rusia en Tartus, Siria.

Alfredo Rodríguez, comandante del buque de patrulla español Vigía, confirmó que su embarcación siguió a dos buques de asalto rusos a principios de este año.

Desde que Turquía bloqueó en gran medida a los buques de guerra rusos de transitar por el estrecho del Bósforo entre el Mar Negro y el Mediterráneo, Moscú se ha vuelto hacia las rutas ártica y báltica.

Esto significa que cientos de buques rusos han estado pasando bajo la nariz de la Royal Navy británica con sede en Gibraltar, hogar del Escuadrón de Gibraltar.

La noticia de tanta actividad naval rusa en las cercanías de Gibraltar llega al mismo tiempo que la policía antiterrorista del Reino Unido ayuda a investigar la muerte del periodista británico David Knowles -un conocido crítico de Rusia- en la Roca.

La Armada española ha estado monitoreando de cerca a los rusos, con fragatas y otros buques rastreando a los buques de guerra y submarinos rusos a medida que pasan por aguas españolas.

La Perspectiva de Defensa Estratégica de España para 2024 destaca que si bien gran parte del enfoque militar de Rusia está en Ucrania, el Kremlin todavía mantiene bases aéreas y navieras permanentes en Siria, lo que le proporciona acceso al Mediterráneo.

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Para mantener su presencia militar, Rusia necesita transportar equipos, rotar tripulaciones y reparar sus buques de guerra y submarinos, un proceso que a menudo implica transitar por aguas españolas y potencialmente británicas.

La Armada española, junto con aliados de la OTAN como Francia y Portugal, es responsable de garantizar que los buques rusos cumplan con las reglas de ‘paso inocente’ al pasar por el Mediterráneo en su camino hacia el norte.

Las reglas significan que los buques extranjeros pueden pasar por aguas territoriales siempre que no amenacen la paz o la seguridad.

Los submarinos deben emerger, y los buques de guerra deben mantener un rumbo constante sin detenerse ni desviarse.

Estas operaciones, conocidas como Presencia, Vigilancia y Disuasión, se llevan a cabo bajo el mando de las Operaciones Marítimas de España, con sede en Cartagena, Murcia.

Las fuerzas de la OTAN trabajan juntas para monitorear posibles amenazas, con países como Francia, Portugal y España turnándose para rastrear a los buques rusos a medida que pasan por la región.