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Mallorca Platja Tour, el grupo que organizó la protesta contra la sobrepoblación de la playa en Caló des Moro el domingo, ha “denunciado” las acciones de la Guardia Civil y la Policía de Santanyi.
Intervención policial, dicen, fue “totalmente intimidatoria”. A los mallorquines se les pedía que mostraran su identidad, mientras que a los “turistas” se les permitía pasar.
El grupo insiste en que el domingo no fue una manifestación, sino un acto pacífico y festivo. “Había grupos de amigos, familias enteras, parejas y personas que tenían un denominador común: el amor por esta isla. La naturaleza protestante del acto era sincera.”
Los voluntarios explicaron el motivo de la reunión a los turistas de manera educada y en sus propios idiomas. “En ningún momento hubo ningún problema con ellos. No podemos entender que esta reunión pacífica haya sido coartada por las fuerzas de seguridad.”
La Guardia Civil interpretó la reunión como una protesta sin permiso previo de la delegación del gobierno español en las Islas Baleares. El delegado principal, el ex alcalde de Calviá, Alfonso Rodríguez, ha confirmado que este permiso debería haber sido solicitado.
La respuesta política a los eventos del domingo ha llegado de la mano de la presidenta Marga Prohens. El lunes, transmitió su “máximo respeto” por la protesta pero hizo eco de las opiniones de la alcaldesa de Santanyi, Maria Pons – Caló des Moro “es un espacio natural, pequeño, frágil y protegido, que necesita un respiro”. Expresó su apoyo a la Guardia Civil, que había “hecho su trabajo”, ya que no había permiso.
El presidente del partido regionalista El Pi, Toni Gili, estaba en opinión opuesta. La presencia de la Guardia Civil era “totalmente innecesaria”.