Accidente mortal del Boeing 737-800 impulsa una urgente revisión de la seguridad de la aviación en Corea del Sur.

Tras el desastre del domingo que cobró 179 vidas, Corea del Sur declaró sus intenciones de examinar cada avión Boeing 737-800 operado por aerolíneas locales. Marcó el mayor desastre de aviación que la nación ha experimentado en décadas. En consecuencia, el comercio previo al mercado del lunes para las acciones de Boeing (NYSE: BA) cayó un 5%. Jeju Air operaba un Boeing 737-800 que se estrelló. Según informes preliminares, el avión abortó su primer intento de aterrizaje por razones desconocidas. El piloto envió una señal de socorro tras recibir una advertencia de colisión con un pájaro durante un segundo intento. Sobrepasó la pista, aterrizó sin el tren de aterrizaje delantero desplegado, cruzó una valla de concreto y estalló en llamas. El incidente ha provocado un examen más detenido de las políticas de seguridad de la aviación en Corea del Sur.

El lunes, el presidente interino Choi Sang-mok reunió un equipo de trabajo para guiar a los funcionarios en la revisión de los sistemas de operación de aeronaves del país y mejorar las medidas de seguridad. “Nuestro primer enfoque debería ser prevenir eventos como este y fortalecer una República de Corea del Sur más segura”, agregó Choi. El accidente también reveló dificultades en la gestión de crisis del gobierno en medio de la agitación política tras la destitución del primer ministro Han Duck-soo y el presidente Yoon Suk Yeol. La causa exacta del suceso está bajo investigación.

Este artículo apareció por primera vez en GuruFocus.

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