En resumen, Nicolas Philibert destaca la importancia de la ignorancia en su proceso creativo, permitiéndole aprender y descubrir a través de sus documentales. Su enfoque ético hacia los sujetos de sus películas y su visión de que el cine es una forma de ficción que revela la verdad, lo convierten en un cineasta único y reflexivo. Su dedicación al cine como una forma de comprender el mundo y a sí mismo lo distingue como un creador con una profunda conexión con su arte y su audiencia.
Young sugirió que “Nénette” trataba sobre la comunicación y que esto también se aplicaba a las otras películas de Philibert, pero el cineasta dijo que más que la comunicación su interés era el lenguaje. “Para mí, las palabras son muy valiosas y estoy muy apegado a ellas. Son esenciales. Tampoco está muy de moda hoy en día en el documental. Las palabras parecen quedar de lado. Hay muy poco intercambio verdadero. No hay lugar para palabras que deambulan, que intentan encontrarse a sí mismas o ser encontradas. Todo parece estar formateado e interrumpido todo el tiempo. Cuando hay un debate televisivo los planos apenas duran más de dos segundos. Entonces, no hay lugar para las palabras que intentan encontrarse a sí mismas.
“Truffaut solía decir que las películas respiran a través de sus defectos. Para mí es cierto que podemos ver películas frágiles, no perfectas, que a veces pueden resultar profundamente conmovedoras y conmovedoras”.