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El jueves, la presidenta Marga Prohens explicó que el Gobierno Balear adoptará 247 “factores de transformación” identificados por los doce grupos de trabajo del pacto de sostenibilidad. Impulsado por preocupaciones derivadas del exceso de turismo en Mallorca y el resto de las Baleares, el proceso del pacto ha destacado 59 objetivos estratégicos y 65 objetivos de desarrollo para una transición hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental: “Estamos pasando a la acción”, dijo.
En resumen, los principales objetivos de esta transición son: orientar el sistema turístico hacia la sostenibilidad; reducir la presión ambiental y conservar los recursos naturales; mejorar el bienestar y la calidad de vida de la población; desplegar la gobernanza y la participación ciudadana; y avanzar en la adaptación de las Baleares a los desafíos globales.
Prohens presentó un documento de 350 páginas, las conclusiones de nueve meses de trabajo de los doce grupos de trabajo del pacto. Dijo que el gobierno adoptará medidas específicas a corto plazo “centradas en la contención”. Estas serán “propuestas valientes y concretas destinadas a buscar el mayor consenso y coordinadas con la agenda de transición y con las propuestas que se harán a medio y largo plazo”.
“Tenemos un documento completo, impecable y excelente que será la hoja de ruta para la transformación de las Islas Baleares. Por primera vez en Europa, hay un documento que define estrategias, prioridades y objetivos y lo hace desde abajo, desde el trabajo de los sectores económicos y la sociedad civil”.
Ahora comenzará la siguiente fase del proceso. Los grupos de trabajo se reorganizarán en cinco para analizar las propuestas, su viabilidad y su impacto en los objetivos establecidos. Todas las propuestas realizadas finalmente se llevarán al Parlamento Balear. “Tenemos que pasar de la reflexión a la acción”, enfatizó Prohens.
Las propuestas del Gobierno, dijo la presidenta, serán medidas de contención destinadas a redefinir la competitividad turística con criterios de sostenibilidad, abandonando estrategias basadas en altos volúmenes y bajos precios, y a reposicionar las Baleares como un referente global en turismo innovador y sostenible. Habrá mecanismos para controlar y supervisar lo que se ofrece, incluida la oferta turística ilegal. Se optimizará la gestión de flujos turísticos y habrá una redefinición de tarifas turísticas diferenciadas según la temporada.
El documento, destacó Prohens, iniciará “un proceso de cambio estructural que transformará de manera profunda y sistemática el funcionamiento de las Islas Baleares para adaptarlo a nuevos paradigmas económicos, sociales y ambientales”. “El objetivo final es la transformación. No se trata simplemente de reformas o ajustes específicos, sino de una reconfiguración integral que implique modificar las reglas del juego, las dinámicas productivas y las relaciones para garantizar unas islas más resilientes, justas y sostenibles. Y todos debemos hacerlo juntos”.
Más allá de los principios generales delineados por la presidenta, están los detalles de lo que contiene el documento. Estos serán examinados detenidamente en los próximos días y semanas. Las respuestas inmediatas podrían incluir el impuesto turístico, aunque se cree ampliamente que un aumento a la tarifa de verano alto (junio a agosto) se retrasará hasta 2026.
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