Más de un tercio de la electricidad robada en Málaga es utilizada por cárteles de droga, revelan cifras.

Los casos de robo de electricidad para alimentar plantaciones de marihuana en interiores están aumentando en Málaga, con carteles de drogas consumiendo más del 36% de la energía robada, según cifras publicadas por Endesa.

La empresa energética española informa de un aumento significativo en el fraude eléctrico, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad pública y la tensión en la red de suministro eléctrico.

Solo en 2024, Endesa abrió más de 3.000 casos de fraude en la provincia de Málaga, marcando un aumento del 9% respecto al año anterior.

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A través de 26.000 inspecciones, muchas de ellas motivadas por denuncias anónimas de ciudadanos, la empresa recuperó más de 42,2 millones de kWh de energía robada, un aumento del 4% en comparación con 2023.

Una parte sustancial de la electricidad robada se utiliza para operar plantaciones de marihuana en interiores. Estas instalaciones, a menudo ocultas en almacenes, hogares y apartamentos, requieren enormes cantidades de energía para mantener condiciones óptimas de luz, temperatura y ventilación para un rápido crecimiento de cultivos.

Cada plantación consume electricidad equivalente a la de aproximadamente 80 hogares de 100 metros cuadrados.

“Hemos visto edificios residenciales consumiendo tanta energía como hospitales, provocando sobrecargas en la red que desencadenan cortes de luz para todos los residentes”, afirmó Endesa.

En 2024, se registraron 24 incendios en centros de transformación de distribución eléctrica en Andalucía debido a la saturación de la red causada por conexiones fraudulentas.

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Endesa destaca los graves riesgos físicos que representan las instalaciones eléctricas manipuladas, incluida la posibilidad de incendios y electrocuciones.

Las preocupaciones de seguridad se extienden más allá de los involucrados en las instalaciones ilegales a los vecinos y trabajadores en zonas afectadas.

Los técnicos de campo, a menudo trabajando bajo protección policial y usando capuchas para evitar ser identificados, han enfrentado agresiones mientras desmantelan conexiones ilegales.

Aunque las redadas policiales y las desconexiones conducen a caídas temporales en el consumo de electricidad, las conexiones ilegales se restablecen con frecuencia en cuestión de días.

Endesa ha pedido penas más estrictas para disuadir el robo de energía.

“En otros países como Francia, Alemania o Italia, se hace una distinción entre casos graves y menores y el fraude eléctrico incluso conlleva penas de prisión, mientras que en España, el robo de energía conlleva una multa, no prevé circunstancias agravantes y no cuenta como reincidencia”, señaló la empresa.

Endesa está aprovechando la inteligencia artificial, el big data y la ciencia de datos para mejorar su tasa de éxito en las inspecciones, duplicando la efectividad de sus esfuerzos en 2024.

A pesar de estos avances, la naturaleza persistente del problema sigue poniendo en peligro la seguridad pública, interrumpiendo el suministro eléctrico y aumentando los costos para todos los consumidores.