La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado una serie de medidas que entrarán en vigor este año, orientadas a mejorar la seguridad vial de los ciclistas, un grupo especialmente vulnerable en las carreteras españolas. Una de las principales novedades es un cambio en las normas de adelantamiento. A partir de ahora, los conductores deberán reducir su velocidad en 20 km/h por debajo del límite permitido al adelantar a un ciclista.
De esta manera, se mantiene la obligación de dejar una distancia lateral mínima de 1,5 metros durante la maniobra. Esta medida ha generado debate entre los conductores, quienes argumentan que reducir la velocidad podría aumentar los riesgos de adelantar en el carril contrario. Sin embargo, la DGT defiende su implementación como esencial para proteger a los ciclistas.
En cuanto al uso de cascos, son obligatorios sin excepción para todos los ciclistas. Anteriormente, existían ciertas situaciones en las que no era obligatorio, pero con la nueva regulación, los cascos deben ser usados siempre. Además, en condiciones de baja visibilidad, los ciclistas deberán llevar accesorios reflectantes o luminosos que les permitan ser vistos desde al menos 150 metros de distancia.
Los cambios también afectan al entorno urbano. Los conductores deberán mantener una distancia mínima de 5 metros al seguir a un ciclista, con el fin de reducir el riesgo de accidentes. Los ciclistas tendrán más flexibilidad en situaciones de tráfico denso, ya que se les permitirá adelantar a los vehículos por ambos lados. Además, en calles de un solo carril con un límite de velocidad de 30 km/h, podrán circular en sentido contrario.
Estas medidas tienen como objetivo reducir la tasa de accidentes entre los ciclistas, especialmente después de registrar 90 muertes en 2023 debido a accidentes de tráfico, un incremento respecto al año anterior. La DGT insiste en la importancia de la convivencia y el respeto mutuo entre todos los usuarios de la vía para lograr una movilidad más segura y eficiente.