Aumento del tiempo frente a la pantalla durante los confinamientos alimenta la epidemia de miopía.

La pandemia de COVID-19 ha alterado significativamente las rutinas diarias, especialmente para los niños que se han vuelto dependientes de los dispositivos digitales para la educación y el entretenimiento. Este cambio ha generado preocupaciones sobre el impacto potencial del tiempo prolongado frente a pantallas en la prevalencia de la miopía, una condición ocular en la que los objetos lejanos se ven borrosos mientras que los cercanos se ven claramente.

Estudios resaltan esta tendencia alarmante, mostrando que el aumento del tiempo frente a pantallas durante los confinamientos ha provocado un aumento de la miopía en los niños. Por ejemplo, un artículo publicado en el American Journal of Ophthalmology reveló que para el año 2050, casi la mitad de la población global se verá afectada por la miopía debido a estos cambios relacionados con la pandemia en el uso de dispositivos digitales.

Más allá de la pérdida de visión, la miopía conlleva otros problemas de salud y estilo de vida. Los niños con miopía tienen dificultades académicas y sociales, lo que afecta su desarrollo general y calidad de vida. Dado que el aprendizaje digital continúa desempeñando un papel central en la educación, proteger la vista de los niños es ahora aún más importante para prevenir complicaciones a largo plazo y garantizar su bienestar en un mundo cada vez más digitalizado.

LEAR  Legisladores luchan por alcanzar un acuerdo para evitar el cierre del gobierno