“
El político francés François Bayrou asistiendo al funeral del ex político François Léotard
crédito: Shutterstock
El Primer Ministro francés François Bayrou ha anunciado un nuevo gobierno—el cuarto intento de su administración este año—para evitar otra moción de censura.
El enfoque centrista de Bayrou, inicialmente prometido como un “gobierno de interés nacional”, se ha inclinado hacia la derecha conservadora, provocando críticas y tensiones políticas.
El nuevo gabinete de François Bayrou: Una mezcla de experiencia y nuevas designaciones
El nuevo gabinete de Bayrou incluye una mezcla de nombres conocidos y nuevas designaciones, con el objetivo de estabilizar el paisaje político profundamente dividido de Francia. Las principales designaciones incluyen:
Más leído en Euro Weekly News
Gérald Darmanin como Ministro de Justicia (anteriormente Ministro del Interior)
Élisabeth Borne, ex Primer Ministro, ahora Secretaria de Educación
Manuel Valls, otro ex Primer Ministro, como Ministro de Ultramar
Bruno Retailleau, reconfirmado como Ministro del Interior
Éric Lombard, ex banquero, liderando el Ministerio de Economía
Sébastien Lecornu en Defensa, y Rachida Dati como Ministra de Cultura
El Secretario de Asuntos Exteriores Jean-Noël Barrot también continúa, reflejando el intento de Bayrou de equilibrar la continuidad con el cambio.
Sin embargo, estas designaciones han recibido críticas, especialmente del Partido Socialista (PS). Olivier Faure, Secretario General del PS, desestimó el gabinete como siendo “mantenido para y por la extrema derecha”, calificando el liderazgo de Bayrou como poco inspirador.
El Gobierno de Bayrou enfrenta un punto muerto parlamentario
Bayrou se enfrenta a una Asamblea Nacional profundamente fracturada, sin que ningún partido tenga mayoría tras el fallido intento de Emmanuel Macron de elecciones anticipadas en junio. El parlamento está dividido en tres bloques casi iguales—izquierda, centro y derecha—dejando al gobierno de Bayrou vulnerable al colapso.
La extrema izquierda de Francia Insumisa (LFI) ya ha prometido presentar una moción de censura, mientras que otros partidos de oposición, incluido el PS, insinúan movimientos similares.
Los desafíos clave por delante incluyen:
Planificación presupuestaria: Se espera que el déficit presupuestario de Francia alcance el 6% del PIB, el doble del objetivo del 3% de la UE. Bayrou ha prometido evitar nuevos impuestos pero puede necesitar recortes de gastos para controlar las finanzas públicas.
Receso parlamentario: Con el primer consejo de ministros programado para el 3 de enero, Bayrou anunciará el programa de su gobierno el 14 de enero, dejando poco tiempo para asegurar un consenso político.
El predecesor de Bayrou, Michel Barnier, duró solo 90 días antes de que su administración cayera en una votación de no confianza después de invocar el Artículo 49.3, una controvertida herramienta constitucional, para evitar al parlamento. Bayrou ha prometido utilizar el 49.3 con moderación, solo si está “completamente bloqueado”.
La influencia de Macron y las consecuencias políticas
El presidente Macron, que nombró a Bayrou hace 10 días, ha mantenido un perfil bajo durante esta reorganización política. Pasó la semana pasada visitando Mayotte, Yibuti y Etiopía tras el paso del ciclón Chido, que devastó Mayotte, dejando 35 muertos y miles de heridos. Macron declaró un día de duelo nacional el lunes y guardó un minuto de silencio en el Elíseo.
Mientras tanto, la lucha de Bayrou por formar un gobierno destaca la creciente crítica al liderazgo de Macron, con algunas personas acusándolo de empoderar a la extrema derecha. El prominente conservador Xavier Bertrand rechazó un cargo ministerial, citando la interferencia de Agrupación Nacional de Marine Le Pen (RN).
En una declaración desafiante, Bertrand dijo: “Aceptar bajo estas condiciones habría sido una negación de mis valores… Tratar con el extremismo es un error.”
Encuentra más noticias sobre Francia
“