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El venezolano de 20 años, Sebastián O., acusado de matar a su pareja, Federico Biayna, en Marratxí el pasado sábado, aparentemente llevaba una especie de doble vida. Tenía, o al menos tenía, una novia.
Una de las personas con las que los investigadores de la Guardia Civil han hablado es esta chica de 17 años. Poco después de atacar a Federico, Sebastián le confesó que lo había matado.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que, después de ser arrestado, Sebastián explicó que había sido sometido a abusos sexuales y físicos por parte de Federico. Esto contrasta con informes de que era Sebastián quien maltrataba a Federico.
Los investigadores han averiguado a través de personas cercanas a la pareja que su relación se había vuelto tóxica.
La tía de Federico, Pilar, ha estado hablando sobre él y la relación con Sebastián. Acepta que Federico había cometido “errores muy graves” cuando era menor, pero que después de años tras las rejas “se estaba rehabilitando, consiguiendo un trabajo y una pareja estable”.
Pilar sostiene que todo esto cambió cuando apareció Sebastián. “Hizo que mi sobrino cambiara completamente su personalidad y desafortunadamente conocemos cómo terminó la historia.”
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