Los miembros del Congreso son vulnerables. No son superhombres y mujeres, son de carne y hueso como cualquier otro.
Una serie de eventos recientes han puesto de manifiesto las vulnerabilidades de quienes trabajan en el Capitolio, mientras problemas de salud afectaron a tres figuras prominentes del Congreso.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, sufrió una caída durante el almuerzo semanal del Senado la semana pasada. Fue evaluado por DC Fire and Rescue después de cortarse la cara y torcerse la muñeca. McConnell fue visto más tarde usando un aparato ortopédico en el brazo. Aunque inicialmente se le autorizó a reanudar su agenda, finalmente trabajó desde casa debido a su lesión. McConnell ha enfrentado problemas de salud en el pasado, incluyendo una conmoción cerebral el año pasado y una fractura de hombro en 2019.
El miembro fundador del Doge Caucus ha presentado dos leyes para iniciar recortes de desperdicios en el mermito de Trump.
McConnell, de 83 años, continuará en el Senado pero dejará su cargo como principal republicano a principios de enero. Otro legislador destacado que ha enfrentado problemas de salud es Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes, quien fue hospitalizada en Alemania tras una caída que requirió reemplazarle la cadera.
El contraalmirante retirado Barry Black, capellán del Senado desde 2003, también sufrió problemas de salud recientemente, con un hematoma subdural y una hemorragia cerebral. A pesar de no ser senador, Black es una figura muy querida en el Senado.
El Capitolio se enfrenta a un aumento en las amenazas contra legisladores, con un récord de 700 amenazas individuales de violencia en noviembre. La violencia también ha afectado a transeúntes inocentes, como en el caso de un accidente de coche mortal en la residencia de Marjorie Taylor Greene.
Los legisladores han tenido que enfrentar amenazas y momentos trágicos en la historia reciente del Congreso, lo que ha llevado a preocupaciones sobre la seguridad de quienes trabajan en el Capitolio.
Las amenazas y la violencia han aumentado, lo que ha generado preocupación entre los legisladores. Algunos han expresado la necesidad de protegerse a sí mismos y a sus familias, mientras que otros han destacado la importancia de abordar las diferencias políticas de manera pacífica.
El Congreso es un lugar donde todos son vulnerables, y es fundamental abordar los desafíos de seguridad que enfrentan los legisladores en un entorno cada vez más tenso.