“
Maria Frontera renuncia a su cargo como presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, habiendo completado dos mandatos que comenzaron a principios de 2018. Será sucedida por el presidente de la asociación de hoteleros de Palma, Javier Vich.
Su presidencia ha estado marcada por los desafíos sin precedentes planteados por la pandemia, por el colapso de Thomas Cook y por el creciente movimiento que cuestiona el modelo turístico de Mallorca.
Desde 2018 ha conocido a tres consejeros de turismo de Baleares. El primero de ellos fue Bel Busquets de Més, quien sucedió a Biel Barceló después de que éste renunciara a finales de 2017. La presidenta Armengol y el PSOE no querían a Busquets, pero al final tuvieron que ceder a las demandas de Més para mantener la coalición de izquierdas en marcha. Maria Frontera entiende esa reticencia del PSOE. El nombramiento de Frontera como presidenta de la federación más o menos coincidió con el de Busquets. “El turismo no era su especialidad. No pudimos avanzar en nada.”
El PSOE se aseguró la cartera de turismo tras las elecciones de 2019. Iago Negueruela se convirtió en ministro, mientras que Andreu Serra fue el nuevo consejero de turismo en el Consejo de Mallorca.
“Trabajamos muy cerca en momentos muy difíciles. Tuvimos momentos muy buenos y otros de mucho debate y discusión, pero siempre de manera constructiva. Pero fueron tiempos difíciles. Cuando hubo la crisis, todos rápidamente se unieron en busca de soluciones. Sin embargo, cuando las ideologías interfieren y se priorizan cuestiones diferentes a las necesidades actuales de nuestra sociedad, todo se distorsiona.
“Ahora tengo una muy buena relación con Jaume Bauzá (el ministro) y Marcial Rodríguez (el consejero) en un momento de cambios importantes que pueden afectar a nuestros mercados turísticos. Ha habido una relación muy estrecha con ambos. Hay mucha más escucha activa, pero hemos tenido decepciones en el camino. Siempre debemos estar alerta, porque los partidos políticos hacen muchas promesas; no podemos ser ingenuos.”
El anuncio de un aumento en la tasa del impuesto turístico en pleno verano ha sido la principal decepción. Frontera dice que no hubo consulta previa, agrupando al Partido Popular con otros partidos cuando se trata de “medidas populistas”. “No consultan.”
Los políticos, en su opinión, han considerado el impuesto como un medio para obtener “más rendimiento financiero de los visitantes”. Pero un problema es que no todos pagan el impuesto, como aquellos visitantes que se alojan en alquileres ilegales.
“Deben priorizar la lucha contra la oferta ilegal, que el año pasado alojó a tres millones de turistas que no pagaron el impuesto. Los lugares de alquiler vacacional han crecido un 173% en los últimos años, pero siempre somos nosotros (los hoteles) los señalados.”
Esta oferta ilegal a menudo se considera el principal culpable cuando se trata de la sobrepoblación turística. Frontera argumenta que no es la única. “Hay varios problemas que han causado la situación que tenemos hoy. Uno de ellos es que no ha habido anticipación, planificación o gestión para esta región como destino turístico. Por ejemplo, la movilidad es caótica. La federación ha estado advirtiendo de su deterioro pero no se han aplicado nuevas medidas, ni siquiera con la tecnología que tenemos a mano para mejorarla. Ha habido cambios en el transporte público, pero no son suficientes.
“Otro problema es el aumento descontrolado de la población pero sin la mejora correspondiente en infraestructuras. El crecimiento descontrolado de los alquileres turísticos regulados e irregulares ha agravado la falta de políticas de vivienda. Estas a su vez han impedido que se cubran muchos puestos de trabajo tanto en el sector privado como en el público, ya que obviamente no hay viviendas para los trabajadores.”
Respecto a las protestas sobre la sobrepoblación turística y sus impactos, Frontera argumenta que es necesario aprovechar la tecnología para gestionar mejor los flujos de turistas. La estrategia para abordar la estacionalidad turística, dice, ha permitido a los hoteles operar y proporcionar trabajo durante nueve meses al año. “Sin embargo, hay áreas de Mallorca donde es más difícil lograr esto, ya que las autoridades públicas se conforman con tener servicios abiertos durante seis o siete meses, a pesar de que los pagamos con nuestros impuestos durante todo el año. Me refiero al transporte público, playas, cualquier servicio para residentes y visitantes.”
Pero incluso con esta estrategia de estacionalidad, Frontera critica el hecho de que no se esté controlando el flujo de turistas. No hubo un “argumento sólido”. “Fue sin datos y sin haber realizado previamente un análisis que contemplara las consecuencias que conlleva.
“Tenemos que tener una imagen que piense los 365 días del año y una mejora en todos los aspectos ambientales. La lucha contra el cambio climático genera oportunidades y de ahí nuestro claro compromiso con la circularidad, que es un camino hacia el progreso y la diferenciación que hará que las Islas Baleares sean un destino más competitivo.” Frontera insiste: “Nuestro modelo turístico es admirado en toda Europa.”
Pero podría ser mejor, especialmente en términos de sostenibilidad social, que fue una de las razones clave por las que el Gobierno Balear estableció el pacto social y político por la sostenibilidad y sus doce grupos de trabajo. La federación hotelera está representada en estos grupos de trabajo, de los cuales varias entidades se han retirado en las últimas dos semanas – el Foro para la Sociedad Civil, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma y los ecologistas de GOB.
Frontera no cree que el pacto esté muerto. Aparte de los grupos de trabajo, la federación ha estado participando en conversaciones directas. Tiene una muy buena relación con el foro y la federación de vecinos. “De hecho, estamos completamente de acuerdo en cuestiones en las que hemos estado trabajando durante mucho tiempo.”
El Covid representó un desafío masivo. El debate sobre el modelo turístico es un desafío muy diferente pero también de gran envergadura. Es un debate en el que hay una creciente sensibilidad empresarial turística hacia los problemas sociales. Esta ha sido quizás la dinámica que más ha caracterizado el periodo de Frontera como presidenta, ya que en este momento puede -en ciertos aspectos- parecer que es el gobierno el que se está quedando rezagado frente a una creciente armonía entre empresas y sociedad.
“