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El ingeniero Carlos Orts está prediciendo una avalancha de quejas contra el Ayuntamiento de Palma tras la reciente sentencia judicial a favor de los residentes del Paseo Marítimo que habían denunciado el exceso de ruido de dos establecimientos nocturnos.
Ha estado desarrollando una red de medidores de nivel de sonido y relata el caso de un británico que acababa de comprar un apartamento de 1.5 millones de euros en el Paseo. Estaba instalando uno de estos medidores. El propietario apareció en el balcón y le dijo a Orts que no podía dormir por el ruido.
Actualmente hay medidores en 22 ubicaciones en Palma, parte de un proyecto liderado por Orts y Christoph Hafner. SensoGrama cuenta con más de 20 ingenieros en toda Mallorca. Para finales de año habrán creado la mayor red de nivel de sonido en España.
En colaboración con asociaciones de vecinos, la pareja ha desarrollado estos dispositivos fabricados localmente para medir el ruido en los ‘puntos calientes’ de la ciudad. Son los residentes quienes solicitan y pagan la instalación. Los medidores son de alta tecnología y han sido calibrados por un estudio en el parque tecnológico ParcBit en Palma.
Orts explica que cuando la policía llega en respuesta a quejas de ruido, los locales bajan la música. “¿Son los policías ingenieros de sonido certificados? Los técnicos que tienen el poder de emitir un informe por ruido excesivo van cuando quieren; en momentos en los que no hay problema. Pero en cuanto instalas uno de estos sensores ves el problema que hay.”
Él critica el Mapa de Ruido Especial que se aprobó en octubre. “Esto se basaba en el ruido del tráfico rodado y ferroviario. No tiene en cuenta la vida nocturna.”
La situación ha empeorado en los últimos años. “En solo 48 horas nuestros sensores en el Paseo Marítimo detectaron 420 ocasiones en las que se superaron los 80 decibelios más de tres veces en media hora. En Santa Catalina, durante dos días, se detectaron 386 picos.”
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