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Ryanair ha sido acusada de abandonar a los pasajeros que iban en el vuelo a Palma que regresó el sábado por la noche después de que el aterrizaje fuera abortado debido al fuerte viento.
El vuelo desde Santiago de Compostela en Galicia inicialmente se desvió a Valencia, donde alrededor de la mitad de los pasajeros se bajaron; se dijo que tenían demasiado miedo de arriesgarse a volar de nuevo. En lugar de dirigirse a Palma, el avión regresó a Santiago. Un pasajero dice que si les hubieran dicho desde el principio que iban a regresar a Santiago, se habrían bajado en Valencia como los demás pasajeros. Volver a Santiago fue un infierno; las opciones de viaje eran limitadas y el precio de los billetes mucho más alto.
Fueron llevados a un hotel, Nekane Otero afirma que no les dieron cena, desayuno ni nada. “Lo peor fue que ellos (Ryanair) no se pusieron en contacto con nosotros en absoluto.” Finalmente llegó a Palma el lunes.
Antonio Comas tiene una historia similar: “Ryanair no nos ayudó en absoluto. Fue terrible.” Hablaba en el aeropuerto de Santiago desde donde tomó un vuelo a Barcelona el lunes. Llegó a Palma el lunes por la noche. “La aerolínea ya no estaba interesada.”
Explica que otros pasajeros se resignaron a la misma opción – esperar hasta el lunes. Viajar el domingo habría significado pagar 300 euros más. Aun así, los vuelos directos estaban completos, lo que implicaba una escala en Barcelona (y una espera de cuatro horas en su caso).
Otro pasajero tiene un vuelo desde Vigo el martes, con escala en Madrid. Antonio Comas añade que algunas personas decidieron alquilar coches e ir a Madrid para obtener vuelos directos a Palma. Afirma que ya se han presentado reclamaciones contra Ryanair.