Carlos Mazón, Presidente de la Generalitat, ha expresado una fuerte oposición a la decisión de la Unión Europea de reducir los días de pesca de 133 a 27. Advierte que esta reducción drástica devastará el sector pesquero, causando una pérdida económica anual de 85 millones de euros y eliminando 4.000 empleos directos e indirectos en la Comunidad Valenciana.
Mazón destacó las graves consecuencias económicas y sociales, señalando que la flota de arrastre, compuesta por más de 201 embarcaciones y más de 700 tripulantes, se verá directamente afectada. Además, la flota pesquera pequeña, con 250 embarcaciones y alrededor de 600 tripulantes, luchará por sobrevivir sin el arrastre.
El impacto económico se extiende más allá del sector pesquero a asociaciones pesqueras, mercados de pescado, mayoristas, pescaderías y una gran red de negocios dependiente de esta industria. Mazón enfatizó el “efecto dominó” en sectores relacionados, incluyendo mecánica naval, fabricantes de redes, calafateadores, astilleros, hostelería y turismo, debido a la pérdida de pescado fresco de calidad.
Destacó que esta cadena económica sustenta empleos, un modo de vida y una tradición profundamente arraigada en los municipios costeros. La reducción de días de pesca podría tener efectos irreversibles, haciendo difícil recuperar el tejido productivo si se desmantela.