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Las enmiendas más recientes al Plan Territorial de Mallorca fueron aprobadas poco antes de las elecciones de mayo de 2023. Ha surgido que, en la aparente prisa por dar la aprobación, se cometieron varios errores, diecisiete en total.
Estos incluyeron la eliminación de la protección de cinco áreas clasificadas como de especial interés natural. Conocidas por el acrónimo ANEI, estas son áreas con alta protección debido a su sensibilidad ambiental. Además, se aprobó la expansión de tres puertos deportivos: Puerto Alcudia, Bonaire (en Alcudia) y Santa Ponsa. Estas expansiones habían sido expresamente prohibidas por la última administración del Consejo de Mallorca; aún no se han puesto en marcha.
La redacción de las enmiendas fue contratada a una empresa externa. Esto no es inusual debido a la falta de personal cualificado capaz de procesar cambios regulatorios tan complejos. Sin embargo, se suponía que los técnicos del Consejo, en este caso del departamento de territorio, debían haber revisado los cambios. Parece que esto no sucedió, y la razón fue la prisa por hacer las enmiendas antes de las elecciones.
Algún tiempo después, el ministerio nacional de transición ecológica envió un informe advirtiendo que el plan no incluía la demarcación del dominio público marítimo-terrestre para toda la costa mallorquina. Tampoco incluía permisos de paso ni derechos de paso protegidos.
Tales fueron los errores que un promotor presentó una demanda al descubrir que una parcela de terreno clasificada como para desarrollo había sido reclasificada como rústica, impidiendo así el desarrollo.
El departamento estaba bajo el control del PSOE. El jueves, representantes de este partido votaron a favor de una instrucción para enmendar los errores. La actual administración del Consejo de Mallorca (Partido Popular y Vox) ha calificado todo el asunto como un “trabajo chapucero”. Se entiende que quienes estaban a cargo de las enmiendas del plan han aceptado que hubo errores.