Más de 150 mineros ilegales han sido rescatados de una mina abandonada en la provincia oriental de Mpumalanga en Sudáfrica. La policía dice que tres cuerpos fueron recuperados a principios de esta semana en el primer día de la operación de rescate. La mayoría de los rescatados, supuestamente extranjeros, afirman que fueron obligados a trabajar bajo tierra en busca de oro en contra de su voluntad. Un portavoz de la policía confirmó que los mineros han sido arrestados y las investigaciones continúan en las actividades mineras ilegales en la región. Días antes, el jefe de la policía nacional, Fannie Masemola, también confirmó que los oficiales estaban investigando “alegaciones de tráfico de personas y trabajo forzado en estas operaciones mineras por aquellos que han salido a la superficie”. El viernes por la noche, el último minero en salir del pozo abandonado sopló un silbato al ser recibido por oficiales del ejército. Parecía exhausto pero no pudo ocultar su alivio al salir a la superficie. Un portavoz de la policía confirmó que la operación de rescate en la mina de Mpumalanga está completa, aunque las investigaciones continuarán antes de que el sitio sea clausurado. Mientras tanto, los esfuerzos de rescate siguen en marcha en otra mina abandonada en Stilfontein, al suroeste de Johannesburgo. Las autoridades planean desplegar más equipos el lunes para ayudar a sacar a los que aún están atrapados bajo tierra. La minería ilegal es generalizada en Sudáfrica, costando a la economía millones en ingresos perdidos. El General Masemola ha descrito a Mpumalanga como un foco de actividades ilegales.