El presidente francés Emmanuel Macron ha dicho que nombrará un nuevo primer ministro “en los próximos días”, después de que Michel Barnier renunciara tras una votación de no confianza en el parlamento.
En un discurso de 10 minutos a la nación el jueves, rechazó la presión de la oposición de renunciar, prometiendo quedarse en su cargo “completamente, hasta el final del mandato” en 2027.
Agradeció a Barnier por su dedicación durante su breve mandato como primer ministro, y acusó a la extrema derecha y la izquierda radical francesa de colaborar en un “frente antirrepublicano” para derrocar al gobierno.
Los diputados franceses votaron abrumadoramente para destituir a Barnier el miércoles, solo tres meses después de que fuera nombrado por Macron.
La votación fue la primera vez que un gobierno francés fue rechazado por el parlamento en más de 60 años, un movimiento que Macron calificó de “sin precedentes”.
En Francia, es el presidente quien elige al primer ministro que luego dirige el gobierno. Pero el primer ministro debe rendir cuentas al parlamento y Barnier duró solo tres meses antes de ser destituido en una votación de no confianza.
Encontrar a alguien que no sea rechazado inmediatamente por el parlamento podría ser difícil para Macron, cuya decisión en junio de convocar elecciones anticipadas llevó a un parlamento bloqueado.
La Asamblea Nacional ahora está dividida en tres grandes bloques de votación: la izquierda, el centro y la extrema derecha. Si la próxima elección de primer ministro de Macron debe durar, se piensa que al menos parte del bloque de la izquierda deberá ser persuadido para unirse al próximo gobierno.
El presidente estaba programado para conversar con varios líderes políticos el viernes, después de haberle dicho al pueblo francés que “nombraría en los próximos días un primer ministro que formará un gobierno de interés general”.
Primero estaba programado para hablar con los centristas en el “campo de Macron”, antes de reunirse con líderes socialistas, con la esperanza de persuadirlos para que se separen del bloque más amplio de la izquierda, el Nuevo Frente Popular. También hablará con los republicanos de derecha.
El líder socialista Olivier Faure dijo antes de las conversaciones que estaba abierto a la discusión y “compromisos en cada tema” hacia la formación de un gobierno basado en un “contrato a plazo fijo”. Pero dejó en claro que tenía poco interés en “garantizar la continuidad del macronismo”.
No se pueden celebrar nuevas elecciones parlamentarias hasta julio de 2025, lo que podría explicar los comentarios de Faure sobre estar abierto a un mandato limitado para el próximo gobierno.
En respuesta al discurso de Macron el jueves, Marine Le Pen, líder de la extrema derecha del Rally Nacional (RN), publicó en las redes sociales: “Un pequeño recordatorio para el presidente Macron, que se supone que es el garante de la Constitución: la censura no es antirrepublicana, está prevista en la Constitución de nuestra Quinta República”.
La votación de no confianza que derrocó el liderazgo de Barnier fue presentada tanto por la alianza de izquierda del Nuevo Frente Popular (NFP) como por el RN de Le Pen.
Se unieron para censurar al gobierno después de que el ex negociador del Brexit usara poderes especiales para aprobar su presupuesto sin votación.
Un total de 331 diputados votaron a favor de la moción contra Barnier, muchos más de los 288 requeridos para que pase.
Barnier renunció el jueves, y el presupuesto fue retirado automáticamente. Permanecerá en el cargo de forma interina con sus ministros hasta que se nombre un nuevo gobierno. El papel de Macron no se ve afectado.
Macron ha sido fuertemente criticado por decidir convocar elecciones anticipadas, creando un punto muerto en el parlamento y una crisis política creciente.
Admitió en su discurso que su decisión “no fue entendida”: “Muchos me han culpado por ello y, lo sé, muchos continúan culpándome. Es un hecho y es mi responsabilidad”.
Dirigiéndose directamente a los votantes, dijo que algunos de sus oponentes políticos habían elegido “el caos sobre la responsabilidad” y que no estaban pensando “en ustedes, los votantes”, sugiriendo que su enfoque estaba en las próximas elecciones presidenciales.
Macron no dio indicaciones sobre quién sería el próximo primer ministro, pero dijo que su enfoque inmediato sería el presupuesto para 2025.
La especulación ha estado circulando sobre quién podría ser nombrado, con posibles candidatos que incluyen al ministro de Defensa Sébastien Lecornu, el ministro del Interior Bruno Retailleau y el ex candidato presidencial centrista François Bayrou.
Antes de que Macron eligiera a Barnier como primer ministro, le pidió a su predecesor Gabriel Attal que se quedara como interino durante dos meses después de las elecciones de verano.
Parece muy poco probable que el próximo gobierno pueda estar en su lugar antes del sábado, cuando se espera que líderes mundiales incluido el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asistan a la ceremonia de apertura de la reconstruida Catedral de Notre-Dame en París.
El edificio fue devastado por un incendio en abril de 2019, y su reconstrucción poco más de cinco años después ha recibido elogios en todo el mundo.
Macron dijo que la reconstrucción de la devastada catedral, además de la exitosa organización de los Juegos Olímpicos de 2024 en Francia, eran “prueba de que podemos hacer grandes cosas”.
“Podemos hacer lo imposible”, dijo. “El mundo nos admira por eso”.