El gobierno español ha ignorado una denuncia ambiental contra el proyecto de recuperación de tierras de Gibraltar en el Eastside.
Una denuncia presentada por Verdemar Ecologistas en Accion el 10 de octubre ha quedado sin respuesta por parte del ministro de Asuntos Exteriores de España, Jose Manuel Albares.
“Se sigue ganando tierra al mar con el proyecto del Eastside, y el silencio de la Junta de Andalucía y del Gobierno de España es bastante sospechoso”, dijo el grupo a Olive Press.
“Hemos estado esperando una respuesta del Sr. Albares durante más de un mes, y la espera se está volviendo bastante larga para nosotros.”
Gibraltar ha importado casi 50,000 toneladas de roca extraída de canteras en España, según el grupo, lo que afirman está dañando hábitats protegidos y sitios arqueológicos.
“No solo se está afectando la zona de conservación del Estrecho Oriental, sino también la Sierra de la Utrera, el río Manilva y sus hábitats protegidos por la legislación europea, como los baños de la Hedionda, están en peligro”, se quejó el grupo.
“Existen importantes yacimientos arqueológicos que muestran la presencia de comunidades en la zona durante el Paleolítico Inferior, hace más de 200,000 años.”
“En la zona del Torcal también se encuentra el yacimiento arqueológico de Villavieja, ocupado desde el 2º milenio a.C., cuyas poblaciones mantuvieron contacto con los primeros navegantes fenicios que llegaron a establecerse en esta área del Mediterráneo.”
El proyecto de recuperación de tierras, llevado a cabo por el grupo de empresas TNG Global Foundation (TNG), verá la construcción de una marina de 340 millones de euros en el flanco este de la Roca.
El desarrollo, que contará con oficinas, apartamentos de lujo y hoteles, una zona comercial y parques, se espera que inyecte 1,000 millones de euros en la economía de Gibraltar.
La Autoridad Portuaria de Gibraltar anunció la semana pasada que había establecido una zona de exclusión marítima alrededor del proyecto del Eastside.
La autoridad ha desplegado cuatro boyas especiales de marcado amarillo que rodean dos cortinas de sedimento, bloqueando efectivamente todo el tráfico marítimo desde el sitio de desarrollo.
Philip Mandleberg, Gerente de VTS en la GPA, dijo: “La zona de exclusión está estrictamente prohibida para cualquier persona que no esté directamente involucrada en los trabajos.”