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Por la mañana, la policía fue desplegada simultáneamente, bloqueando todas las entradas, salidas y posibles rutas de escape de S’Hort del Rei, Dalt Murada, Almudaina y la Catedral en una de las operaciones más grandes de este tipo jamás realizada en la ciudad. Catorce personas fueron acusadas de delitos contra la propiedad intelectual e industrial: la venta de camisetas, carteras, gafas y bolsos de marca falsificados.
Esta fue una operación más grande que la del 8 de abril, cuando el ayuntamiento de Palma anunció que habría más acciones. Los residentes y comerciantes legítimos acogieron con satisfacción la operación, pero un comerciante dijo: “Estas operaciones deberían llevarse a cabo todos los días. Son muy buenas, pero es una guerra, una batalla constante. Entendemos que son personas sin papeles que tienen que ganarse la vida, pero lo que no puede suceder es que vengan aquí, se apoderen de la zona y engañen a los turistas con productos falsificados. Estamos pagando impuestos, locales, electricidad, agua, licencias, etc. Ellos no pagan nada y es imposible luchar en igualdad de condiciones”.
En los próximos días, la policía presentará informes, pero sabiendo que las multas logran muy poco ya que los vendedores ilegales son insolventes. El golpe principal a sus actividades proviene de la pérdida de la mercancía.
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