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El lunes, entraron en vigor las nuevas normas de España para registrar la información de los viajeros. Pero el sistema no pudo hacer frente. Se colapsó.
El presidente de la asociación Aviba Balear de agencias de viajes, Pedro Fiol, dijo: “Fue un caos. Casi nunca funcionaba durante el período de prueba”.
Aviba está aconsejando a sus miembros que tomen capturas de pantalla de los errores del sitio web, teniendo en cuenta que hay multas por incumplimiento, tan altas como 30,000 euros. “Es muy importante que podamos demostrar que el sistema no ha estado funcionando y que, por lo tanto, no hemos podido cargar los datos”.
Fiol ha estado advirtiendo sobre las fallas del sistema desde hace tiempo; había predicho que habría colapsos. Esta advertencia no ha sido tenida en cuenta.
Además, sostiene que el sistema es muy problemático para el sector de las agencias de viajes y cree que resultará en una pérdida significativa de clientes. “Es desproporcionado y ya ha tenido un impacto internacional. No podemos cargar datos que no conocemos”.
Concebido como un instrumento policial contra el terrorismo y el crimen organizado, Fiol argumenta que no logrará aumentar la seguridad. “No impedirá ni disuadirá ningún posible ataque. Los terroristas con nombres y apellidos no se quedarán con sus caras descubiertas en ningún hotel rodeado de turistas. La medida viola todos los principios de privacidad de nuestros clientes. Europa debería actuar. Será más fácil presentar una declaración de impuestos que reservar un hotel”.
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