Fallece a los 85 años el escritor sudafricano y activista contra el apartheid Breyten Breytenbach.

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Breyten Breytenbach fue un crítico vocal del régimen del apartheid

El renombrado escritor y activista antiapartheid Breyten Breytenbach, encarcelado por sus creencias en Sudáfrica en la década de 1970, ha fallecido a los 85 años, según informó su familia.

Falleció mientras dormía, con su esposa Yolande a su lado en París.

El poeta, novelista y pintor disidente fue “un inmenso artista, militante contra el apartheid, luchó por un mundo mejor hasta el final”, según un comunicado de su familia.

La aguda inteligencia de Breytenbach le valió una admiración generalizada, lo que llevó al programa de marionetas satírico de televisión británico Spitting Image a describirlo como “el único sudafricano agradable” en una canción durante los días más oscuros del apartheid.

Jack Lang, exministro de educación francés, compartió un emotivo homenaje en X.

“Un rebelde con un corazón tierno, fue parte de todas las luchas por los derechos humanos”, escribió.

Nacido en Ciudad del Cabo el 16 de septiembre de 1939, en una familia de cinco, Breytenbach vivió gran parte de su vida en el extranjero, pero siempre se mantuvo fiel a sus raíces sudafricanas.

Asistió a la Universidad de Ciudad del Cabo y se unió a un grupo de poetas y escritores afrikáans llamados los Sestigers, que querían resaltar la belleza del idioma mientras criticaban el racista régimen del apartheid.

El afrikáans evolucionó entre los colonos blancos y proviene de la palabra holandesa para africano.

Con los afrikáners en el poder durante el apartheid, el idioma se volvió cada vez más asociado con el régimen opresivo.

En una entrevista con The New York Times, dijo: “Nunca rechazaría el afrikáans como idioma, pero lo rechazo como parte de la identidad política afrikáner. Ya no me considero un afrikáner”.

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En 1960 dejó Sudáfrica para un exilio autoimpuesto, principalmente en Europa, pero continuó siendo un crítico vocal del régimen del apartheid.

Trabajó en Londres por un tiempo antes de establecerse en Francia, donde conoció a su esposa vietnamita Yolande Ngo Thi Hoang Lien.

Breytenbach intentó regresar a Sudáfrica con su esposa en la década de 1960, pero se le negó una visa porque era “no blanca”. Los matrimonios interraciales eran ilegales.

Breyten Breytenbach, reunido con su esposa Yolande, después de ser liberado de la prisión

En 1975, en la cúspide de su fama literaria, hizo un regreso clandestino a Sudáfrica, donde fue arrestado por intentar ayudar a grupos de resistencia en el país.

Fue condenado a siete años de prisión por terrorismo, pero continuó escribiendo poesía mientras estaba encarcelado.

El entonces presidente francés, François Mitterrand, ayudó a asegurar su liberación en 1982 y se convirtió en ciudadano francés.

Los años de prisión resultaron en una de sus obras más impactantes, su novela Las verdaderas confesiones de un terrorista albino, un relato desgarrador de su sentencia de siete años de prisión, dos de los cuales pasó en confinamiento solitario.

Después de que terminara el apartheid, se convirtió en un crítico vocal del gobierno de liberación de Nelson Mandela. Sintió que el Congreso Nacional Africano (ANC) se había convertido en una “organización corrupta”.

El poeta no solo usó su pluma para luchar contra esas injusticias en Sudáfrica, sino también en todo el mundo.

En 2002, escribió una carta abierta en The Guardian al entonces primer ministro de Israel, Ariel Sharon.

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“¿Por qué deberíamos mirar hacia otro lado cuando es Israel quien comete crímenes? No se puede construir un estado viable en la expulsión de otro pueblo que tiene tanto derecho a ese territorio como usted”, escribió sobre el conflicto en curso entre Israel y los palestinos.

Breytenbach publicó más de 50 libros durante su vida, y algunos han sido traducidos a varios idiomas.

También es conocido por sus pinturas surrealistas, que a menudo representan humanos y animales en cautiverio.

Más tarde fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, el máximo premio cultural de Francia.

Breytenbach es sobrevivido por su esposa, Yolande, su hija Daphnée y dos nietos.

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