MINNEÁPOLIS — Tan pronto como salió de sus manos, Julius Randle supo que su triple ganador entraría.
Randle recibió el balón con los Minnesota Timberwolves y los Phoenix Suns empatados en 117 y 2.1 segundos por jugar. Minnesota, que remontó una desventaja de 16 puntos, avanzó el balón por la cancha con un tiempo muerto para preparar un último tiro en una jugada desde la línea de banda.
Con el veterano Joe Ingles ingresando al juego únicamente para sacar de banda, encontró a Randle en la parte superior de la llave. Randle dio dos dribles, se deshizo del defensor Josh Okogie, retrocedió y lanzó desde 3.
El timbre sonó justo después de que el balón salió de las manos de Randle. Cuando el tiro cayó en la red, la multitud del Target Center estalló, y sus compañeros de equipo lo rodearon en la cancha.
“Realmente la parte divertida fue ver cómo celebraban mis compañeros”, dijo Randle. “Somos un grupo muy unido, y vamos a celebrar el éxito de los demás. Así que para mí, esa fue la parte más genial”.
Los 35 puntos de Randle fueron los más que ha anotado desde que se unió a los Wolves en un acuerdo que envió a Karl-Anthony Towns a los Knicks y también trajo a Donte DiVincenzo a Minnesota.
Haciendo el momento extra especial para Randle fue que ambos de sus hijos estaban en el juego. Mientras Randle dijo que su hijo mayor está en la mayoría de los partidos, su hijo menor normalmente no lo está. Pero estuvo en el estadio junto con otros 18,977 fanáticos para presenciar el tiro de su papá.
“Creo que este es tal vez su segundo juego al que ha venido. Los odia”, dijo Randle de su hijo de 3 años. “Para él estar aquí y hacer el tiro frente a él es bastante genial”.