El Partido Laborista ha llegado al poder y la economía está encogiendo.
No es la noticia que la canciller esperaba, y subraya los desafíos que enfrenta para cumplir la promesa del gobierno de impulsar el crecimiento.
La economía se contrajo un 0.1% en septiembre y apenas creció un 0.1% en los primeros tres meses del nuevo gobierno laborista.
Hay una versión alternativa de esto. Un nuevo gobierno ha llegado al poder con una gran agenda de crecimiento. Eso debería haber generado optimismo entre las empresas y los consumidores.
El recorte de tasas de interés de agosto debería haber brindado otro impulso. En cambio, la confianza parece estar disminuyendo.
Los grupos empresariales dicen que la incertidumbre sobre los aumentos de impuestos puede haber “jugado un papel” en el bajo rendimiento.
La canciller dice que no está “satisfecha” con los últimos resultados pero, una vez más, nos pide paciencia. Su plan es a largo plazo para arreglar la economía.
Está tratando de resolver problemas crónicos a través de reformas e inversiones que podrían tardar en dar frutos.
Hoy, estaba tratando de cambiar la conversación de los aumentos de impuestos a la reforma y la inversión. En los últimos días, hemos escuchado sobre grandes reformas en la industria de pensiones, y esperamos más sobre planificación.
Ayer, en su discurso en Mansion House, la canciller también insinuó que estaba considerando una relación más estrecha con Europa, diciendo que el Brexit había planteado “desafíos estructurales”.
Esto se siente como un momento, no solo por los comentarios de Reeves sino también por una intervención de Andrew Bailey.
Los funcionarios han evitado hablar sobre el Brexit a pesar de que los economistas han advertido repetidamente que la decisión está frenando el potencial de crecimiento del país, con la OBR pronosticando una disminución del 4% en los próximos 15 años.
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Sin embargo, ayer, el gobernador del Banco de Inglaterra se aventuró en el debate, diciendo que quería ser honesto sobre las “consecuencias” del Brexit. El cambio podría estar en el aire.
El Partido Laborista había descartado previamente la posibilidad de volver a unirse a la unión aduanera o al mercado único, pero una mayor integración con Europa es un área obvia a explorar para una canciller en busca de crecimiento.
Mientras la canciller busca formas de desbloquear un crecimiento a largo plazo, está bajo presión para satisfacer las expectativas del público de servicios públicos mejorados ahora. Eso requiere gastar dinero, dinero que es más difícil de encontrar cuando la economía no está creciendo.
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Sus esfuerzos por cubrir ese vacío, un gran aumento de impuestos a las empresas, podrían socavar sus esfuerzos por generar crecimiento. Los pronosticadores económicos advierten que los salarios sufrirán, el desempleo podría aumentar y la inflación podría subir (aunque de ninguna manera cerca de los niveles de dos dígitos que alcanzó a finales de 2022).
De hecho, supermercados como Sainsbury’s y M&S ya están advirtiendo que los precios podrían tener que subir debido al aumento de los impuestos nacionales de los empleadores.
La perspectiva de una mayor inflación es mala para los niveles de vida, que cayeron durante los últimos dos años a medida que la inflación devastaba la economía.
La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) dijo que el PIB per cápita, que divide la producción por la población, cayó en el tercer trimestre un 0.1%, después de haberse recuperado en la primera mitad del año.
Seguimos por debajo del nivel en el que estábamos hacia finales de 2019, lo que significa que aún no nos hemos recuperado de la crisis del coste de vida.