El martes 29 de octubre de 2024, pasará a la historia de España como uno de los capítulos más tristes. Ese día, la gran Dana golpeó la región de Valencia con resultados catastróficos, causando una destrucción generalizada y un trágico número de muertes.
Es imposible no conmoverse emocionalmente al ver la magnitud de la destrucción: hogares desaparecidos, carreteras completas arrasadas, puentes históricos, líneas férreas y largos tramos de autopistas destruidos. Pero a medida que aumenta la trágica pérdida de vidas, las preguntas sobre cómo se permitió que esto sucediera necesitan ser respondidas urgentemente.
Estamos en el siglo XXI, con alertas meteorológicas, avisos de tormentas, mensajes de emergencia enviados directamente a tu teléfono, ¿acaso las autoridades deberían haber estado mejor preparadas?
Incluso hoy recordamos localmente la Dana de 2019, que causó una cantidad considerable de daños aquí en Orihuela Costa, pero no se compara con lo sucedido en Valencia.
En mi opinión, nuestros daños fueron causados por varios factores, pero principalmente como resultado del tipo de construcción que tenemos aquí. Lo que quiero decir es que la construcción se lleva a cabo a un ritmo tan acelerado, sin una planificación previa en cuanto a la infraestructura, especialmente en donde va el agua cuando llueve. La construcción, todo ese cemento y ladrillos, crea un canal que desvía el agua lejos de su curso natural, las barrancas.
Calculamos que aproximadamente un tercio a la mitad de todas las barrancas naturales han sido desviadas debido a toda esa construcción, por lo que el agua no tiene más remedio que encontrar otro camino. No se puede jugar con la naturaleza, esta encontrará una forma y con el cambio climático como está, las tormentas podrían volverse más frecuentes e intensas, por lo que se necesita mucha más planificación a futuro.
Nuestro ayuntamiento necesita ser mucho más perspicaz, poniendo las vidas de las personas por delante de permitir más y más construcción solo por dinero, o podríamos convertirnos en el próximo Valencia.
En lugar de dar prioridad a una planificación adecuada, todavía existe una locura por construir viviendas en cada parcela de terreno disponible, sin considerar debidamente ni siquiera las necesidades básicas de las personas que podrían terminar viviendo en esas casas recién terminadas. ¿Cuántos de los posibles compradores de estas nuevas construcciones examinan realmente de cerca lo que la zona tiene para ofrecer?
¿Los futuros propietarios y residentes potenciales están cegados por el maravilloso clima, la reluciente piscina al aire libre, las playas gloriosas y las instalaciones en ciudades como Torrevieja?
¿Cuántos compradores investigan la oferta educativa o investigan los servicios que puedan necesitar en el futuro, cuando consideran hacer de Orihuela Costa su residencia permanente?
Frecuentemente, es solo cuando estás viviendo en una zona que las carencias estructurales y fundamentales se hacen evidentes.
El viejo dicho “más vale prevenir que curar” sigue siendo relevante hoy en día. Recuerda, es mejor y más fácil evitar que ocurra un problema que detenerlo o corregirlo una vez que ha comenzado.
¿No es hora de que el ayuntamiento considere dragar muchas de las ramblas/barrancas para hacerlas más profundas y anchas, limpiándolas de escombros? El mantenimiento del Río Nacimiento en Dehesa De Campoamor necesita atención urgente. Necesita ser despejado y limpiado, una tarea que ha sido tan descuidada por mucho tiempo, con barro y cañas en crecimiento que obstaculizan el flujo del agua. Parece que tenemos un “impasse” entre Orihuela y la CHS para determinar la responsabilidad.
No queremos ver los resultados cuando nos golpee la próxima Dana, así que en lugar de discutir quién es responsable, hagan el trabajo y luego debatan.