La ley dificulta el acceso a viviendas asequibles.

Sergio Nasarre es profesor de derecho civil y fundador de la Cátedra Unesco de Vivienda en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.

El jueves participó en una conferencia en Palma que discutió los efectos de la ley de vivienda en España, siendo firme en su opinión de que la ley debe ser derogada para aumentar la oferta de viviendas y hacerlas más asequibles.

“La ley de 2023 dificulta el acceso a la vivienda. La ley retira viviendas del mercado y protege a los ocupantes ilegales. Los resultados de la ley son contrarios a sus objetivos: está impidiendo que las familias con menores ingresos puedan ser propietarias de una vivienda. He hablado en varias ocasiones en la comisión de vivienda del Congreso y siempre he advertido de estos efectos.

“Ha habido un aumento exagerado en los alquileres, un aumento significativo en los precios de venta y, en última instancia, un bloqueo de todo el sistema. Las familias no pueden comprar ni alquilar. Incluso con ingresos, quedan excluidas del mercado inmobiliario.”

Nasarre se opone a las disposiciones de la ley sobre los límites de alquiler (que el Gobierno Balear no ha implementado). “Esto implica controlar los alquileres, pero ha funcionado mal en todos los países donde se ha implementado. La vivienda no solo no sale al mercado, se retira. No debería haber una insistencia en políticas fallidas, pero a los responsables no les importa.”

Acepta que no hay soluciones mágicas, diciendo que hay 38 factores que juegan un papel en la asequibilidad de la vivienda, desde factores internacionales hasta circunstancias personales y familiares. Aun así, cree que las políticas que se deben adoptar incluyen no concentrar todas las oportunidades de vivienda en unas pocas ciudades, ya que los precios son muy altos en las ciudades, y la diversificación de la propiedad, como la propiedad compartida y temporal.

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La ocupación ilegal fue un tema en la agenda de la conferencia, Nasarre explicando que desde que se aprobó la ley, los tribunales han estado fijando dos años para desalojos. Antes de la ley eran siete meses.

“Un ocupante ilegal puede pasar dos años sin pagar y los requisitos para el desalojo son muy complicados. Los jueces hacen lo que pueden con los ocupantes ilegales que tienen protección legal y han salido fortalecidos. Esto no sucede en ningún otro país.”

Cree que el programa ‘Alquiler Seguro’ del Gobierno Balear es bueno, ya que el esquema es voluntario (para los propietarios) y proporciona seguridad legal al propietario. “El gobierno garantiza un ingreso mínimo y la integridad del hogar. En lugar de castigar, fomenta. En Cataluña hay un sistema similar y ha funcionado muy bien.”