El castillo más antiguo de España está escondido en el corazón de Andalucía, aquí te contamos por qué deberías visitarlo.
Ubicado en las colinas de la Sierra Morena de Jaén se encuentra una joya de la arquitectura medieval: el castillo más antiguo del país, una fortaleza impregnada de historias de reyes y conquistas.
El Castillo de Burgalimar es una estructura notable, con sus imponentes murallas y un pasado lleno de leyendas, invita a los visitantes a retroceder en el tiempo y explorar los ecos de la historia.
Se remonta al periodo medieval temprano, el castillo de Baños de la Encina fue construido en 968 por orden del Rey Al-Hakam II.
A lo largo de los siglos, ha sido testigo del ascenso y caída de siete reyes, cada uno dejando su huella en sus piedras.
Los arqueólogos que trabajan en el sitio han descubierto artefactos que pintan una vívida imagen de la vida dentro de estas antiguas murallas, desde herramientas cotidianas hasta objetos ceremoniales.
Cada descubrimiento añade una capa a la narrativa de una fortaleza que alguna vez sirvió como bastión militar y residencia real.
Las características arquitectónicas del castillo son un testimonio de la ingeniosidad de sus constructores. Las gruesas y sólidas paredes diseñadas para la defensa todavía se mantienen erguidas, mientras que las estrechas ventanas ofrecen vistas del paisaje circundante, recordándonos la importancia estratégica de esta fortaleza en su apogeo.
A medida que los investigadores profundizan en el sitio, están descubriendo más sobre las dinámicas de poder y disputas territoriales que dieron forma a la región durante la Edad Media.
Las autoridades locales están reconociendo ahora el potencial del castillo no solo como sitio histórico, sino también como un punto focal para el turismo a solo 30 minutos de Jaén.
Se están llevando a cabo planes para preservar la estructura y crear experiencias atractivas para los visitantes que destaquen su rica herencia.
Las visitas guiadas y programas educativos están disponibles actualmente por solo 4.50 euros en la oficina de turismo de Baños de la Encina.
Mientras los visitantes deambulan por los restos del castillo, casi pueden escuchar los susurros del pasado: el choque de espadas, la risa de los banquetes reales y las discusiones estratégicas de los reyes.
Esta antigua fortaleza no solo se erige como un monumento de su tiempo, sino como un puente que nos conecta con la vibrante historia de Andalucía.
En un mundo que a menudo se siente desconectado del pasado, el castillo ofrece una rara oportunidad de interactuar con la historia de manera tangible.
Nos recuerda los legados que dan forma a nuestro presente y nos invita a explorar las historias que yacen dentro de sus muros.