Un pueblo costero de la Costa Blanca, a 33 kilómetros al norte de Alicante y justo al sur de Benidorm, merece una visita a pesar de no tener el perfil alto de sus vecinos.
Villajoyosa combina playas, una extensa historia de pesca y sus famosas casas de colores.
A principios de este año, fue nombrada como el “Mejor Tesoro Escondido en Europa 2024” por el sitio web European Best Destinations.
COLORES DE VILLAJOYOSA
Villajoyosa se traduce literalmente como “pueblo feliz” y su encanto y ambiente relajado, junto con eventos tradicionales, significa que tiene algo que ofrecer durante todo el año.
Su historia se remonta a la época romana, cuando era un puerto comercial importante.
En la Edad Media, fue fortificado para protegerse de los ataques de piratas y todavía hay mucho por ver, como las murallas medievales y la torre del Torreón de Sant Josep.
Los diferentes colores de las casas de Villajoyosa surgieron porque los pescadores querían encontrar rápidamente sus hogares después de largos períodos en el mar.
“Este pueblo es exactamente lo que nos gustaría que fuera”, según Conde Nast Traveler en 2019.
Tiene más de una docena de playas y calas, incluida la más larga, Playa Centro, y dos de las más populares, Playa del Torres y Playa de la Caleta.
Estas playas se caracterizan por sus aguas cristalinas.
Hay mucho que disfrutar para los comensales, con restaurantes que sirven platos de arroz, incluida la famosa paella valenciana.
El pescado fresco también está en el menú, junto con otros tipos de mariscos y embutidos locales.
El pueblo también es famoso por la fábrica de chocolate Valor, con visitas y degustaciones disponibles.
Otra atracción son las festividades anuales de Moros y Cristianos que se celebran en julio, que recrean las luchas históricas entre los grupos con desfiles, trajes elaborados y actuaciones de batalla.