El partido gobernante de Mozambique, Frelimo, ha ganado las elecciones divisivas y marcadas por la violencia en el país, extendiendo su control de 49 años sobre el poder en la nación africana del sur, según ha anunciado la comisión electoral.
Daniel Chapo, el candidato presidencial relativamente desconocido de Frelimo que ha sido visto como un agente de cambio, reemplazará a Filipe Nyusi, quien ha servido dos términos.
Con 47 años, Chapo, quien obtuvo el 71% de los votos, será el primer presidente nacido después de la independencia de Mozambique en 1975. Su rival más cercano, Venancio Mondlane, obtuvo el 20%.
Las elecciones han sido empañadas por acusaciones de fraude y el asesinato de seguidores de la oposición, lo que ha provocado protestas en todo el país.
El presidente de Zimbabwe, Mnangagwa, quien también ha sido acusado de fraude electoral a lo largo de los años, felicitó prematuramente a Chapo por su “resonante victoria”, incluso antes de que se anunciaran los resultados.
El antiguo grupo rebelde Renamo, que anteriormente era el principal partido de la oposición, quedó en tercer lugar.
La comisión electoral dice que el 43% de los más de 17 millones de votantes registrados participaron en las elecciones.
Las elecciones parlamentarias y provinciales se celebraron simultáneamente.
El ambiente en la capital de Mozambique, Maputo, es tenso, según informan los medios locales. Las imágenes muestran calles vacías y negocios cerrados.
El candidato de la oposición principal, Mondlane, ha convocado a una huelga nacional el jueves en protesta por el presunto fraude.
Agregó que las protestas honrarían a su abogado y a un funcionario de partido que fueron asesinados la semana pasada en lo que describió como asesinatos políticamente motivados.
Afirma que ganó las elecciones a pesar de que las encuestas preliminares mostraban que Chapo estaba muy por delante.
El lunes, organizó protestas en todo el país, que fueron dispersadas por la policía disparando balas reales y gases lacrimógenos.
Las elecciones también fueron criticadas por los observadores electorales de la UE, quienes dijeron que algunos resultados pueden haber sido manipulados.
Dijeron que hubo “irregularidades durante el conteo y alteración injustificada de los resultados electorales”.