Solicitud de Interpol: Las siete mujeres asesinadas en España que aún necesitan ser identificadas – y cuyos asesinos siguen sueltos

INTERPOL ha hecho un llamamiento para ayudar a resolver los misteriosos asesinatos de siete mujeres en España cuyos cuerpos han pasado años sin ser identificados.

Es parte de una campaña más amplia para ayudar a poner nombre a 46 mujeres en toda Europa que fueron encontradas en circunstancias misteriosas y macabras.

La campaña tiene como objetivo aumentar la conciencia pública sobre las trágicas muertes y alentar a los ciudadanos a presentarse y ayudar a identificar a estas mujeres, con el objetivo final de llevar a los asesinos de las mujeres ante la justicia.

Los siete casos en España son algunos de los más perturbadores, ya que cada una de las víctimas fue encontrada muerta en diferentes lugares.

Desde una joven descubierta en una habitación de hotel con las manos atadas hasta otra encontrada estrangulada en un campo rural, estos casos han desconcertado a los investigadores durante años.

El primer caso se remonta a enero de 1999, cuando se encontró el cuerpo de una joven, de entre 23 y 25 años, en una habitación de hotel en Premià de Mar, Barcelona.

Fue encontrada con las manos atadas y signos de violencia. La mujer había registrado la entrada con un hombre que hablaba inglés y francés, que fue descrito como de unos 20 años, con cabello oscuro y barba.

Se les vio por última vez llegando desde Ginebra, pero el hombre desapareció y nunca fue localizado.

En noviembre de 2003, se encontró otro cuerpo cerca de Malgrat de Mar, una zona rural a las afueras de Barcelona.

Esta vez, era una mujer de origen bengalí, de entre 25 y 30 años. Su cuerpo mostraba signos de numerosas lesiones, y la policía cree que murió poco antes de ser encontrada.

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A pesar de su apariencia distintiva, que incluía un pequeño tatuaje de Om en su mano y ropa única de marcas como Marks & Spencer, su identidad sigue siendo un misterio.

Dos años más tarde, en julio de 2005, se encontró muerta a una joven en el borde de la carretera en Viladecans, Barcelona.

Llevaba muerta alrededor de 24 horas y estaba vestida de rosa, lo que llevó a que la apodaran ‘la mujer de rosa’.

Tenía cabello castaño claro, ojos azules y vestía ropa de Easy Wear, pero a pesar de estas pistas, nadie ha proporcionado información sobre su identidad.

En 2007, se encontró el cuerpo de una mujer en El Berrueco, Madrid, envuelta en una sábana.

La mujer, de rasgos sudamericanos, se creía que tenía entre 25 y 40 años.

Llevaba un anillo en forma de búho y tenía cápsulas de látex en su cuerpo, una de las cuales había estallado, lo que llevó a la policía a sospechar que estaba involucrada en el tráfico de drogas como ‘mula’.

Se cree que llegó a España poco antes de su muerte, pero su identidad sigue siendo desconocida.

Febrero de 2009 vio otro caso en Bilbao, donde se descubrió el cuerpo de una mujer en un sendero forestal en el Monte Archanda.

Se creía que había muerto por envenenamiento, posiblemente relacionado con el alcohol, ya que se encontró una botella de licor de almendra en su mochila.

Tenía el cabello negro corto, medía 1,66 metros de altura y podría haber venido de Europa Central, aunque los esfuerzos por rastrearla han sido infructuosos.

En agosto de 2018, se encontró a una mujer ahorcada en un cobertizo en una zona remota de Sant Julià de Ramis, Girona.

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La joven, de entre 25 y 35 años, tenía el pelo rubio, ojos marrones claros y llevaba vaqueros y una camiseta a rayas.

A pesar de que los residentes de la granja cercana afirmaron que nunca la habían visto antes, y a pesar de los extensos esfuerzos por rastrear su identidad en toda Europa, no han surgido pistas.

Y el caso más reciente, que tuvo lugar en julio de 2019 en la costa de Ibiza, donde el cuerpo de una joven fue descubierto por personas en un barco.

Se cree que la mujer tenía entre 25 y 30 años y se había ahogado, pero nadie la había reportado como desaparecida.

Las investigaciones posteriores sugirieron que había estado trabajando como trabajadora sexual en la zona de Ushuaïa, atendiendo a clientes adinerados de Oriente Medio.

Los testigos la describieron como introvertida y a menudo acompañada por un transexual rubio, pero nadie conocía su verdadero nombre.

Interpol insta a cualquier persona con información sobre estos casos a presentarse, ya que las identidades de estas mujeres siguen siendo desconocidas y sus muertes sin resolver.

La campaña busca brindar cierre a las familias de las víctimas y ayudar a la policía a desentrañar los misterios que rodean sus muertes.