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A evitar la discriminación fue por lo que el impuesto turístico tuvo que aplicarse a los residentes de las Islas Baleares cuando se introdujo en 2016, pero la discriminación ha caracterizado tanto el impuesto actual como el impuesto ecológico original de 2002 a 2003. Los hoteleros, lo suficientemente furiosos con el impuesto de 2002, lo fueron aún más porque el mecanismo era tal que solo ellos lo recaudaban; los alquileres vacacionales no lo hacían.
Esta anomalía fue eliminada en 2016. Pero sigue habiendo una forma de discriminación debido a todos los turistas que simplemente no pagan el impuesto: su alojamiento es ilegal, se alojan con familiares o amigos o se alojan en segundas viviendas (y no me refiero a los propietarios). Los alquileres ilegales son una cosa, pero ¿qué pasa con los demás?
Hay una distinción entre el alojamiento turístico y no turístico. Pero, ¿es relevante? Se podría argumentar que sí, pero ¿cómo se decide entre un turista y una persona que visita a un familiar durante unos días? Dicho esto, la gran mayoría serán turistas en el sentido de que también son vacacionistas. ¿No deberían pagar el impuesto turístico como un huésped de hotel o alquiler vacacional legal? Quizás deberían, pero ¿cómo se podría recaudar el impuesto? Sería impracticable en los puntos de entrada y salida de la isla.
Quizás el gobierno, en busca de un turismo responsable, debería invitar a contribuciones voluntarias. (¡Como si fuera tan fácil!)
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