Gabriel Escarrer, CEO de Meliá Hotels International con sede en Mallorca y presidente de la alianza Exceltur de empresas líderes en los sectores de viajes y turismo, cree que la decisión del gobierno balear de aumentar el impuesto turístico entre junio y agosto será “desastrosa”. “Tendrá el efecto de empeorar la saturación y aumentar el malestar de los residentes. No puede solucionar los problemas, solo parchearlos”.
Escarrer argumenta que la medida será “ineficaz”. “Se ha demostrado que el impuesto no tiene un impacto disuasorio en la demanda”. También es un “impuesto ficticio” en el sentido de que los ingresos no se destinan al propósito teórico que motivó su introducción, es decir, la mejora de la sostenibilidad de las Islas Baleares como destino turístico. Los ingresos van “al gasto corriente de la administración”.
El aumento también será, en su opinión, “una medida discriminatoria que causará un efecto boomerang”. “Fortalecerá la oferta ilegal, que ni contribuye ni respeta los límites de las islas. Solo saturará”.
El jefe de la mayor cadena hotelera de España se alinea con la Federación Hotelera de Mallorca al señalar que el gobierno debería haber ido más lejos y prohibido todos los alquileres turísticos que actualmente están registrados; el gobierno solo está proponiendo una prohibición de nuevas licencias. “No se entiende esta laxitud con respecto a una oferta de alojamiento que genera el menor valor social y que satura más. Ha crecido exponencialmente, divorciada de cualquier planificación y limitación”.
No actuar contra este tipo de alquiler vacacional “consolida una anomalía” en un momento en el que hay un debate profundo sobre la necesidad de abordar un cambio de modelo para abordar las consecuencias negativas del turismo. “El pacto de sostenibilidad se creó con el objetivo de llegar a un consenso sobre el modelo turístico que queremos y necesitamos en las Islas Baleares y luego trabajar juntos y con valentía para lograrlo”.