Un equipo de bomberos de Palma ha estado practicando técnicas de rescate peligrosas y complicadas en un ejercicio de entrenamiento en rescate acuático avanzado, según el Ayuntamiento de Palma.
El entrenamiento está dirigido principalmente a rescatar a personas atrapadas en un vehículo sumergido, y tuvo lugar durante dos días, en Western Park, Magaluf, y en la playa de es Portixol. El entrenamiento se realizó principalmente dentro del parque acuático, en preparación para el segundo día del curso en el que los bomberos tuvieron que practicar en un vehículo realmente sumergido.
El Ayuntamiento informa que un coche previamente descontaminado fue lanzado a las aguas de la costa de es Portixol, para ayudar en el entrenamiento especializado y permitir a los bomberos practicar los procedimientos como si se tratara de un rescate en la vida real. Para no causar contaminación al medio marino, se eliminó el motor del coche, así como cualquier otro posible contaminante antes de ser utilizado en el entrenamiento. También se quitaron las ventanas.
Quince bomberos y oficiales participaron en el curso, que tenía como objetivo enseñar a los participantes cómo realizar un rescate submarino de manera segura y rápida, aprendiendo las habilidades necesarias para hacerlo sin arriesgar su propia vida en el proceso. La idea de sumergir el coche era replicar casos en los que un coche había sido arrastrado por el agua.
Aunque altamente especializado, este tipo de entrenamiento podría resultar crucial para salvar vidas, por ejemplo en casos como los trágicamente involucrados en las tormentas repentinas que azotaron la parte oriental de la isla en octubre de 2018, en las que intensas lluvias e inundaciones provocaron la muerte de doce personas.