Abordando el hacinamiento y protegiendo el Mar Balear

Ha sido un verano intenso en el Mar Balear. Pero eso no es nada nuevo. Bueno, tal vez sí lo sea. Lo que es ciertamente nuevo es que el debate sobre el hacinamiento en tierra y los excesos en el mar está más vivo que nunca. Y cuando los problemas se traen al debate público, tenemos la oportunidad como sociedad de abordarlos y corregirlos. Las manifestaciones contra el hacinamiento y la necesidad de repensar nuestro modelo turístico impulsaron al gobierno balear a presentar el Pacto por la Sostenibilidad el 22 de mayo. Si bien este reconocimiento público del problema es bienvenido, sorprende que estén iniciando un proceso desde cero sin tener en cuenta propuestas ya sobre la mesa, como el Pacto Azul Balear – una hoja de ruta para mejorar el estado de nuestra costa y nuestro mar – que cuenta con un amplio consenso en la sociedad balear.

El hacinamiento en tierra ha llegado al mar. Las muchas organizaciones que se han adherido al Pacto Azul Balear han estado advirtiendo durante años sobre la necesidad de poner orden en el mar. Al final, fue un trágico evento aislado que no tenía nada que ver con el carácter de la gran mayoría de los navegantes que aman el mar lo que encendió la mecha. El debate que tuvimos a principios de 2023 sobre el papel que tiene la industria marina en la conservación marina describió cuidadosamente los problemas y proporcionó posibles soluciones. La calidad de la experiencia náutica ha estado deteriorándose durante años. Más barcos. Menos espacio. Más ruido. Más motos acuáticas. Más altavoces contaminando nuestras playas y calas. Y más riesgo de vertidos e impactos debido al fondeo.

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La calidad de la experiencia náutica ha estado deteriorándose durante años. Más barcos. Menos espacio.

La sociedad balear y muchos navegantes han tenido suficiente. La creación de la mesa náutica que constituyó el gobierno balear este verano tiene como objetivo responder a algunos de estos desafíos. Pero lo que debería ser una buena noticia ha comenzado con el pie equivocado. La Conselleria del Mar no ha tenido el valor de invitar a las organizaciones que trabajan por la conservación marina a formar parte de la mesa náutica, y precisamente son ellos quienes más han denunciado el problema. Este error político envía una señal tan equivocada como preocupante.

El sector náutico puede ser un gran aliado para la conservación marina. Dentro de este sector amplio y diverso, los clubes náuticos, puertos y marinas juegan un papel muy importante. Son las puertas al mar para una parte importante de la ciudadanía balear que disfruta de la vela y la pesca.

Aunque la historia muestra que la posición del sector en la creación de reservas marinas y parques naturales marinos no ha favorecido la creación de áreas marinas protegidas, el diálogo que hemos mantenido con representantes de clubes náuticos a lo largo de los años muestra que algo está cambiando. Trabajando juntos, podemos poner orden en el mar.

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