In Lyptsi village, Ukrainian forces have successfully halted Russia’s surprise offensive. Just a few weeks ago, the Russians were advancing towards Kharkiv at a rapid pace, but with the help of reinforcements, Ukraine is now slowing down their progress. However, the threat from the north still looms over Lyptsi, making it a potential target.
As we speed through the ruined and deserted streets of Lyptsi with an elite Ukrainian unit, the sound of shells landing nearby is a constant reminder of the ongoing conflict. Two members of the team scan the sky with shotguns, on the lookout for kamikaze drones, which have become a significant weapon in this war.
The Ukrainian unit, known as the Peaky Blinders, were initially a rag-tag group of volunteers defending their streets with shotguns. But now, after receiving training from Western special forces, they have become battle-hardened veterans equipped with mass-produced small drones. Despite their transformation, they still retain their name and wear flat caps with their motto embroidered on the back – “To Find and Destroy.”
The Peaky Blinders have been actively involved in the conflict, using drones and bombs to target and eliminate Russian soldiers. However, Anton, the older brother of the leader Oleksandr, acknowledges that drones alone are not enough to defeat the Russians. He believes that longer-range weapons targeting the Russian forces at the border could have prevented the offensive.
Despite facing challenges such as signal jamming and losing drones, the Peaky Blinders remain determined to push back the Russian forces. Oleksandr expects the conflict to last for a long time, possibly years or even decades, emphasizing the need for substantial Western support to achieve victory.
Although the latest Russian offensive in the Kharkiv region has been thwarted, questions remain about Ukraine’s ability to win the war. The lack of adequate Western support and internal strains within Ukraine’s armed forces have been highlighted. President Zelensky’s frustration with the limitations of Western support and accusations of fear of Russia losing the war have added to the complexities of the situation.
The ongoing conflict underscores the challenges Ukraine faces in defending its territory and matching Russia’s military capabilities. The West’s fear of Russia and the complexities of foreign policy have further complicated the situation, raising doubts about Ukraine’s prospects for success in the war. “Esto tiene que ser superado.
Ucrania ha tenido que evacuar civiles al norte de Kharkiv mientras los rusos presionan su asalto [Getty Images]
Un alto funcionario de defensa ucraniano le dijo a la BBC que el último paquete de ayuda militar de EE. UU. solo será suficiente para que continúe con operaciones defensivas hasta finales de este año.
En otras palabras, no es suficiente para lanzar una ofensiva más costosa y difícil para intentar recuperar territorio.
Oleksandr Merezhko dijo que el reciente paquete de ayuda militar de EE. UU. “solo nos da una mejor oportunidad de sobrevivir y mantener la línea del frente”. Lo que Ucrania necesitaba, dijo, era un compromiso de apoyo a largo plazo y continuo.
La falta de armas ha sido empeorada por vacilaciones sobre lo que Occidente está dispuesto a suministrar.
El Tte. General Romanenko dice que la fuerza aérea de Ucrania ya debería haber sido reforzada con aviones F-16. Llama a la demora “cobardía”.
Hay frustraciones similares sobre el uso de armas de largo alcance suministradas por Occidente. EE. UU. no quiere que sean disparadas en territorio ruso. El Sr. Merezkho dice: “Si estamos limitados a solo usarlas en nuestro propio territorio, simplemente sangraremos”.
Cree que la dirección de la guerra solo cambiará cuando Rusia sienta las consecuencias de la guerra en su propio país.
De vuelta en el frente, Anton dice que Ucrania había observado el aumento de fuerzas rusas en la frontera. Dice que si hubieran sido atacadas temprano, “Podríamos haber evitado esta ofensiva.”
¿Cómo va a terminar?
También hay un creciente reconocimiento dentro de Ucrania de que podría no ganar esta guerra solo por medios militares.
El diputado ucraniano Oleksandr Merezhko admite que está teniendo un gran costo.
“Sabemos que estamos sangrando, que la mitad de nuestra red eléctrica ha sido destruida y un tercio de la economía. Estamos perdiendo gente y no tenemos ninguna garantía de que en un año tendremos las armas que necesitamos.”
Merezkho no cree que pueda haber negociaciones de paz con Putin. Pero ya no descarta hablar de un alto el fuego.
No aceptará la partición de Ucrania, pero admite que recuperar sus territorios ocupados podría ser ahora un proceso largo. Describe a su país como “cansado y enojado, pero no derrotado”.
El Tte. General Romenenko también cree que recuperar la tierra perdida de Ucrania podría ser gradual y requerirá tanto “trabajo militar como diplomático”.
Ucrania no está lista para renunciar a esta guerra todavía. Pero hay un creciente reconocimiento de que, en algún momento, tendrá que considerar otras formas de terminarla.
La resistencia y disposición de Ucrania a luchar no se ha extinguido, incluso con los últimos contratiempos. No ha sufrido un golpe fatal en Kharkiv. De hecho, está demostrando, una vez más, que puede desafiar las probabilidades, incluso en su punto más débil.
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