Michaela Mabinty DePrince, cuya muerte a los 29 años fue anunciada el viernes, ha sido reconocida por “cambiar todo el mundo del ballet” y “allanar el camino” para las bailarinas negras.
Los homenajes continúan llegando para la bailarina pionera que quedó huérfana durante la guerra civil de Sierra Leona y luego fue adoptada y criada en los Estados Unidos, donde se convirtió en una estrella de ballet aclamada internacionalmente. DePrince actuó con compañías como el English National Ballet (ENB), cuya primera solista Precious Adams la describió como el “ejemplo definitivo” de “seguir tus sueños y tener éxito”.
Adams se unió al ENB en 2014 y DePrince bailó en la producción de Giselle de la compañía en 2017. “Ella fue la primera bailarina negra que encontré en YouTube”, recordó Adams. “Hasta entonces, no pensaba que hubiera otras personas negras que hicieran ballet, francamente”. Adams dijo que DePrince “realmente llevó la carga de ser [una de] las primeras bailarinas negras melanadas en compañías de clase mundial”.
A medida que avanzaba la carrera de Adams, encontró “inspirador saber que, de alguna manera, no estaba sola. Pero también habíamos hablado de lo aislante que puede ser [en la industria de la danza], incluso sabiendo que hay otras bailarinas negras por ahí”. Adams llamó a DePrince “una compañera muy importante para mí” – alguien en quien confiaba y con quien podía relacionarse de una manera que no pudo con otras bailarinas a lo largo de su carrera.
“Hay un vínculo especial que tenemos como mujeres negras, hay una comunidad que tenemos, y hay algo realmente hermoso – un conocimiento que tenemos entre nosotras, que hay mucha fuerza que puedes obtener simplemente teniendo otra hermana cerca”, dijo Adams.
La muerte de DePrince, el 10 de septiembre, fue anunciada el 13 de septiembre por su familia en un comunicado en Instagram. No se ha dado ninguna causa. Un día después, la familia reveló que Elaine DePrince, quien adoptó a Michaela y a su amiga Mia (cuyo nombre de nacimiento también era Mabinty), murió el 11 de septiembre durante un procedimiento de rutina en preparación para una cirugía, sin saber de la muerte de su hija.
Misty Copeland fue una de las bailarinas que rindió homenaje a DePrince. “Michaela tiene mucho más que dar, no solo al ballet, sino al mundo”, dijo en un comunicado en Instagram. “Su legado seguirá inspirando a generaciones de bailarines, pero su ausencia deja un vacío que se sentirá profundamente. El mundo del ballet, y todos aquellos cuyas vidas tocó, la extrañarán profundamente. Ella era una luz brillante, y su impacto nunca será olvidado”.
En una publicación en X, el Dance Theatre of Harlem – donde DePrince actuó a la edad de 17 años – elogió su “resiliencia, fuerza, gracia y valentía”. DePrince se unió al Boston Ballet en 2021. Su director artístico, Mikko Nissinen, dijo: “Fue un honor absoluto tener a Mabinty en nuestra compañía durante tres temporadas. Su espíritu indeleble inspiró a tantos. Su valentía y perseverancia tendrán un impacto duradero en la comunidad de la danza, aquí en Boston y en todo el mundo”.
DePrince “estaba a la vanguardia de cambiar todo el mundo del ballet” y, para las generaciones más jóvenes, representaba “un faro de esperanza y de hacer lo imposible posible” dijo Adams.
“La recordaré hablando su nombre y recordando lo que ha hecho. Creo que una de las mejores maneras de asegurarse de que alguien esté consagrado en la historia es mantener su nombre vivo hablando de ellos, recordándolos”.