Expertos independientes en derechos humanos de la ONU han informado que el gobierno de Venezuela ha intensificado el uso de herramientas de represión más duras y violentas después de las cuestionadas elecciones presidenciales de julio. Los resultados de las elecciones del 28 de julio han sido criticados por antidemocráticos y opacos, destinados a mantener la posición de Nicolás Maduro en el poder.
En su informe, la misión de investigación sobre Venezuela respaldada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU denunció violaciones de derechos, incluyendo detenciones arbitrarias, tortura y violencia sexual que, en conjunto, constituyen el crimen de lesa humanidad de persecución por motivos políticos.
Los expertos señalaron que el Estado reactivó e intensificó los mecanismos de represión después de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, mostrando una represión sistemática y coordinada por parte del gobierno venezolano para silenciar cualquier forma de disidencia.
Entre los detenidos recientemente se encuentran ciudadanos extranjeros acusados de conspirar para desestabilizar Venezuela mediante acciones violentas. Esto ha generado preocupación a nivel internacional por la falta de transparencia en el proceso electoral y la represión posterior a las elecciones.
Los expertos independientes han documentado detenciones arbitrarias, procesamientos judiciales y una campaña para denunciar a aquellos que participaron en protestas o cuestionaron los resultados electorales. La persecución por motivos políticos es evidente, con un nivel de represión no visto desde 2019.
Los expertos basaron su informe en entrevistas con 383 personas y revisiones de archivos judiciales, aunque reconocieron limitaciones en la recopilación de información. Sus solicitudes de información a las autoridades venezolanas fueron ignoradas, a pesar de los llamados a la cooperación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.