La empresa hispano-alemana Freixenet, reconocida por sus distintivas botellas de vidrio negro de cava, ha anunciado la suspensión temporal del 80% de sus trabajadores en Cataluña, una región del noreste de España que enfrenta una severa sequía afectando drásticamente la producción de uvas.
En un comunicado emitido esta semana, Freixenet indicó que el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) afectará a hasta 615 de los 778 empleados que tiene en Cataluña y comenzará en mayo. “Esta medida, implementada desde un compromiso de responsabilidad, busca garantizar la operatividad del negocio y mantener la empleabilidad frente a factores externos y la fuerza mayor provocada por la grave sequía”, afirmó la empresa.
El ERTE, provocado por fuerza mayor, es una medida excepcional adoptada en el contexto actual de crisis ocasionada por la escasez de materias primas debido a la dura sequía que afecta al sector desde 2021, impactando especialmente a la zona de El Penedès en 2023.
El gobierno español ha aprobado un plan de 2.200 millones de euros para ayudar a agricultores y consumidores a enfrentar una sequía prolongada que se ha intensificado con el abril más cálido y seco registrado. Las medidas, descritas como sin precedentes por el gobierno, fueron ratificadas por el Consejo de Ministros el jueves. Incluyen 1.400 millones de euros del Ministerio de Medio Ambiente para abordar la sequía y aumentar la disponibilidad de agua, y 784 millones de euros del Ministerio de Agricultura para ayudar a los agricultores a mantener la producción y evitar escasez de alimentos.
Estas medidas se anunciaron un día después de que el gobierno de coalición liderado por los socialistas promulgara una ley que estipula que los trabajadores al aire libre, como recolectores de basura, barrenderos y constructores, no deberán trabajar cuando la oficina meteorológica emita alertas de altas temperaturas. Esta normativa sigue a las muertes de un barrendero y un repartidor de folletos durante la ola de calor de julio del año pasado en la región de Madrid.
La ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, dijo que su departamento invertirá 1.400 millones de euros en construir nuevas infraestructuras, como plantas desalinizadoras; duplicar la proporción de agua reutilizada en zonas urbanas del 10% al 20% para 2027; y en subvencionar a aquellos cuyos suministros de agua de riego se verían reducidos.