El fundador de Telegram, Pavel Durov, ha sido liberado bajo fianza después de ser arrestado en Francia la semana pasada y después de ser interrogado por un juez instructor, dijeron los fiscales de París el miércoles por la noche.
Se han iniciado procedimientos formales contra Durov por sospecha de cooperación insuficiente con las autoridades en investigaciones criminales y complicidad en delitos penales en su aplicación de mensajería, entre otras cosas, dijo la fiscalía pública de París.
El jefe de Telegram fue puesto bajo supervisión judicial y se le ordenó pagar 5 millones de euros ($5.5 millones) en fianza, dijeron los fiscales.
También debe presentarse en una comisaría dos veces por semana y no se le permite salir de Francia.
Durov fue detenido al llegar al aeropuerto de Le Bourget en París el sábado al llegar desde Azerbaiyán.
Su arresto se produjo en medio de una investigación preliminar sobre la falta de moderación y cooperación de Telegram con las fuerzas del orden en relación con el tráfico de drogas, el fraude y los delitos de abuso infantil en la plataforma de redes sociales, según los medios locales.
En un comunicado emitido después del arresto de Durov, Telegram dijo que el servicio de mensajería en línea cumplía con las leyes de la UE y no había violado ninguna regulación.
Según los fiscales, las autoridades francesas iniciaron investigaciones preliminares contra Durov hace algún tiempo, bajo sospecha de que era cómplice en el tráfico de drogas, el fraude y varios delitos relacionados con el abuso infantil debido a la falta de intervención en Telegram y la cooperación insuficiente con las autoridades.
Inicialmente no estaba claro por qué Durov, nacido en Rusia y con ciudadanía francesa, había viajado a París mientras era buscado en Francia. Telegram, una aplicación de mensajería popular, ha enfrentado desde hace tiempo acusaciones de no tomar una postura lo suficientemente firme contra el discurso de odio y otras actividades ilegales.
La investigación contra Durov podría llevar finalmente a un juicio penal si los investigadores consideran que hay pruebas suficientes. De lo contrario, los procedimientos pueden ser archivados.
Según la fiscalía pública, Durov podría enfrentar hasta 10 años de prisión y una multa de 500,000 euros por la acusación de complicidad en transacciones ilegales en la aplicación de mensajería.